Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti
Reflexiones sobre las lecturas del XXXIII domingo del tiempo ordinario - (14 de noviembre 2021): Daniel 12,1-3; Salmo 15; Hebreos10, 11-14. 18; Marcos13, 24-32
MISSIO ofrece "Predicando Misión," como una ayuda de homilía, que proporciona conexiones a la misión a partir de las lecturas de los domingos, los Días festivos y los Días Santos.
Entendiendo mejor el lenguaje apocalíptico y la escatología, vayamos entonces a vivir la esperanza y vigilancia cristiana.
Cercanos al final del año o ciclo litúrgico B, llegamos al domingo XXXIII del tiempo ordinario. La liturgia de la palabra de hoy nos presenta a través del libro de Daniel y del evangelio de Marcos textos relativos al final de los tiempos.
“Por aquel tiempo se levantará Miguel, el arcángel que se ocupa de tu pueblo.” El texto del libro de Daniel anuncia la intervención de Dios a favor de su pueblo a través de Miguel, el ángel protector. Pero si no enmarcamos el lenguaje de este texto en una visión más amplia de todo el libro de Daniel y decimos que dicho estilo corresponde a una manera particular de escribir o género literario llamado apocalíptico.
Este género literario fue utilizado en el periodo veterotestamentario con la finalidad es levantar el ánimo y sembrar esperanza. Todo el libro de Daniel es un llamado al pueblo de Dios a la esperanza y este texto en particular es una invitación a rechazar la opresión de los griegos que con su violencia se hacían ver como dueños absolutos de todo.
“Les aseguro que no pasará esta generación antes que todo se cumpla.” Por su parte el evangelio de Marcos nos presenta una mínima porción del “discurso escatológico” de Jesus antes de narrar su pasión, su muerte y resurrección. Esta porción de hoy tenemos que reflexionarla en el contexto de todo el capítulo 13 del mismo evangelio.
De Hecho sería importante leer, si nos fuera posible, el discurso escatológico de Jesus en los otros evangelios sinópticos (Mateo y Lucas) así podríamos tener mejor comprensión del sentido y finalidad que cada evangelista quiso darle y; a la vez, entender mejor el sentido teológico y literario de la escatología y el lenguaje apocalíptico en relación al anuncio de la parusía o segunda venida de Cristo y el mensaje de aliento, fidelidad y vigilancia dirigido a nosotros como discípulos misioneros presentes en el mundo aquí y ahora.
Entendiendo mejor el lenguaje apocalíptico y la escatología, vayamos entonces a vivir la esperanza y vigilancia cristiana a la que nos invita Jesus y retomemos las palabras del Papa Francisco: “Su resurrección no es algo del pasado; entraña una fuerza que ha penetrado al mundo. Donde parece que todo ha muerto, por todas partes vuelven a aparecer los brotes de la resurrección. Es una fuerza imparable. (EG # 276)