El señor es fiel a sus palabras, bondadoso en todas sus acciones
Reflexiones sobre las lecturas del XXXI domingo del tiempo ordinario (3 de noviembre, 2019): Sabiduría 11,22-12,2; Salmo 144; 2 Tasalonicenses 1,11-2,2; Lucas 19,1-10
MISSIO ofrece "Predicando Misión," como una ayuda de homilía, que proporciona conexiones a la misión a partir de las lecturas de los domingos, los Días festivos y los Días Santos.
El evangelio de Lucas nos trae la historia de Zaqueo, quien sentía la necesidad de conocer a Jesus y fue a buscarlo. Superando con mucha iniciativa su limitación personal busco ponerse en su camino. Jesus como respuesta a este esfuerzo y búsqueda se hace el encontradizo. Pero este encuentro no se queda en “un encuentro casual” Jesus le pide hospedarse en su casa.
Esta iniciativa de Jesus, permite que Zaqueo comparta con el de una manera diferente, más íntima, “como amigos” Solo así se pueden conocer mejor a otra persona y Jesus lo sabe. Zaqueo de seguro se sorprende y siente la felicidad de la vida nueva ofrecida por Jesus y le abre la puerta de su casa.
La conversión de Zaqueo fue inmediata, radical y sencilla reconoce que fue Dios, a través de Jesus, quien primero ha salido a su “encuentro” y sin mas que decir, se va a la acción: Regala la mitad de sus bienes y con la otra mitad que le queda, repone con creces el daño hecho con sus engaños y fraudes. Jesus le ofrece la salvación que Zaqueo buscaba en su corazón, rompiendo de nuevo las leyes judías que daban las directrices sobre quienes merecían dicha salvación.
Esta Historia de la conversión de Zaqueo también deja claro que la salvación es un don de Dios, quien siempre sale a nuestro encuentro y que esta salvación tampoco se encuentra en los bienes materiales, sino en la solidaridad con los pobres.
A partir de la historia de la conversión de Zaqueo, vale la pena plantearnos algunas preguntas: ¿Buscamos encontrarnos con Jesus? ¿Somos conscientes de la iniciativa de Jesus de encontrase con nosotros? ¿Cuál es “nuestra higuera,” el lugar o el momento desde donde podemos encontrarnos con Jesus? ¿Queremos abrir la puerta de nuestra casa para recibir a Jesus cómo amigo?
Es Jesus quien hoy pasa por nuestras vidas. Es esta misma vida la que nos pide desde lo mas profundo, que salgamos a su encuentro, que busquemos el mejor momento, el mejor lugar, la mejor persona que nos lleve a él, “nuestra propia higuera.” Y descubramos que Jesus se hará el encontradizo y nos dirá como a Zaqueo: “Baja en seguida, porque hoy tengo que alojarme en tu casa."
“Abrid el corazón, es él quien llama con voces apremiantes de ternura;
Venid: habla, Señor, que tu palabra es vida y salvación de quien te escucha.” (Del oficio de lectura del día)