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Reflexiones sobre las lecturas del XXVIII domingo del tiempo ordinario - (10 de octubre 2021): Sabiduría 7,7-11; Salmo 89; Hebreos 4,12-13; Marcos 10,17-30
MISSIO ofrece "Predicando Misión," como una ayuda de homilía, que proporciona conexiones a la misión a partir de las lecturas de los domingos, los Días festivos y los Días Santos.
La Palabra es penetrante hasta el punto de llegar donde se divide el alma y el espíritu.
Las lecturas de la liturgia de la palabra de este domingo nos ofrecerán la oportunidad de reflexionar en temas como la sabiduría, la eficacia de la Palabra de Dios y el discipulado para que podamos a través de esta reflexión, fortalecer y renovar nuestro discipulado y misión.
“Supliqué, y se me concedió la prudencia; invoqué, y vino a mí el espíritu de sabiduría.” La primera lectura del libro de la sabiduría nos presenta la plegaria de Salomón, la cual pone la sabiduría y la prudencia como valores superiores a los bienes de la tierra. Así que para nosotros deben ser la base de nuestra vida y acción pastoral como discípulos misioneros de Jesus.
“La palabra de Dios es viva y eficaz” en la segunda lectura de la carta a los Hebreos, el autor describe la fuerza transformadora de la Palabra de Dios recordando las raíces que esta misma Palabra tiene. Ya que Isaías había comparado en el Antiguo Testamento la Palabra de Dios con la espada (42, 9) así también Jeremías lo había hecho presentándola como una fuerza en si misma (23, 29)
Es así como el autor sagrado nos describe cual es la íntima acción que la Palabra de Dios ejerce en la persona y la comunidad que la escucha. La Palabra es penetrante hasta el punto de llegar donde se divide el alma y el espíritu. A lo más íntimo de la persona y la comunidad, y con su voz salvadora le muestra caminos de liberación. A la vez, esta Palabra cuestiona, es incisiva, liberadora, transformante y da la oportunidad de aceptarla o no.
“En aquel tiempo, cuando salía Jesús al camino…” La imagen del camino y el tema del discipulado son dos puntos centrales en el evangelio de Marcos. Hoy leemos la historia conocida como la del joven rico, mencionada también en los evangelios de Mateo y Lucas; este (joven) rico pregunta a Jesus ¿Cómo heredar la vida eterna? Articulando la pregunta que a lo mejor muchos, por no decir todos, los discípulos de Jesus de antes y de ahora nos planteamos en algún momento.
Jesus responde primero, hablando de Dios y su bondad, y luego; propone el cumplimiento de los mandamientos como encuentro con Dios y plenitud de esta relación. Con mucha sencillez, el rico responde que todo eso lo ha observado “desde pequeño” Pero para ser discípulo, Jesus espera algo más: No hay que “ser bueno” simplemente, hay que ir a la raíz del del mal, al fundamento de la injusticia. Hay que “pasar por el ojo de una aguja” Una exigencia dura para cada uno. ¿Como poder responder a este discipulado? Debemos acogernos al espíritu de sabiduría y vivir la Palabra de Dios que es eficaz.