¡Ojalá todo el pueblo sea profeta!
Reflexiones sobre las lecturas del XXVI domingo del tiempo ordinario - (26 de septiembre 2021): Números 11,25-29; Salmo 18; Santiago 5,1-6; Marcos 9,38-43.47-48
MISSIO ofrece "Predicando Misión," como una ayuda de homilía, que proporciona conexiones a la misión a partir de las lecturas de los domingos, los Días festivos y los Días Santos.
“El que no está contra nosotros está a favor nuestro.” (Marcos 9:40)
Llegamos al domingo XXVI del tiempo ordinario. Este domingo la liturgia de la palabra nos regala en su mensaje una idea fuerza: “Nadie puede encerrar el Espíritu Santo” “nadia puede excluirse del amor de Dios.
¡Ojalá todo el pueblo del Señor fuera profeta y recibiera el espíritu del Señor!" La primera del libro de los números nos presenta el relato que podemos llamar del “reparto’ del espíritu de Moisés a los setenta miembros del pueblo. La idea detrás de todo es que Moisés no tenga que ser “el único” servidor y se puedan compartir “los cargos y las cargas.” Con esta decisión de Yave, la participación en la toma de decisiones y la responsabilidad de llevar adelante los planes queda “compartida.”
Ahora bien, debemos de tomar en cuenta el contexto de la historia que el libro de los números nos cuenta en esta lectura: Es el tiempo la marcha por el desierto del pueblo de Dios como consecuencia de la salida de Egipto y la búsqueda de la tierra prometida.
Este es el tiempo donde el pueblo tiene atrás de ellos a Egipto y su abundancia, pero también su esclavitud; y, hacia adelante esta la promesa de una tierra, una libertad y dignidad que hay que ganar. En esta realidad, sucede que cada uno de los que ha recibido “parte” del espíritu que estaba en Moisés debe de ser profeta en el pueblo. En este sentido Moisés, entiende y concientiza a su ayudante que la tarea de guiar, concientizar y orientar al pueblo no es unos pocos.
“El que no está contra nosotros está a favor nuestro.” En esta misma línea el evangelio de Marcos nos presenta una situación semejante a la de la primera lectura; esta vez sucede entre Jesus y sus discípulos, la cual sucede, inmediatamente después de que Jesus les da la enseñanza sobre el servicio, este incidente tiene que ver con la exclusividad de los seguidores de Jesus …después de impedir a un hombre que expulse demonios en nombre del Señor, pues no era parte de este grupo de seguidores. Jesus que conoce los corazones de sus discípulos contesta sabiamente: “nadie que obre un milagro en mi nombre puede después hablar mal de mí”
Que este domingo esta reflexión nos ayude a preocuparnos más por crecer en nuestra vocación de servicio, para ser discípulos misioneros que comparte la buena nueva con todos, especialmente con los que más la necesitan. Que esta misión nos lleve a colaborar con otros que a lo “no son de nuestro grupo.”