El que viene a mí no pasará hambre, y el que cree en mí nunca pasará sed
Reflexiones sobre las lecturas del XVIII domingo del tiempo ordinario - (1 de agosto 2021): Éxodo 16,2-4.12-15; Salmo 77; Efesios 4,17.20-24; Juan 6,24-35
MISSIO ofrece "Predicando Misión," como una ayuda de homilía, que proporciona conexiones a la misión a partir de las lecturas de los domingos, los Días festivos y los Días Santos.
El pan del cielo es ofrecido por Dios no por Moisés, como pensaba la gente. La segunda es que Jesus pide que solo crean en él, una acción necesaria...
El desierto, la alimentación a través del pan y el concepto de renovación aparecen este domingo XVIII del tiempo ordinario asociadas a la figura de Jesus quien, desde el evangelio de Juan pronuncia con fuerza: “Yo soy el pan de vida” frase que se une a otras conocidas en el nuevo testamento: “yo soy el buen pastor” y “yo soy la luz del mundo” las cuales nos dejan conocer quien es Jesus desde diferentes ángulos.
“Al verlo, los israelitas dijeron: "¿Qué es esto?" Pues no sabían lo que era. Moisés les dijo: "Es el pan que el Señor les da de comer." La primera lectura de hoy que nos llega del libro del éxodo y nos presenta al pueblo de Israel en el desierto, donde hay carencia de todo. En el desierto el pueblo de Dios aprende experimentar la condición de pobre y necesitado de todo, especialmente, del auxilio del Señor. El pan ofrecido por Dios es el pan llegado del cielo. La pregunta ¿Qué es esto? Que en su idioma se dice: “Manah” Dios alimenta al pueblo para seguir. Este alimento en el desierto es una demostración milagrosa de Dios por su pueblo. Este milagro es símbolo de lo que habría de venir.
“Remuévanse en la mente y en el espíritu y a vístanse de la nueva condición humana” la segunda lectura de la carta a los Efesios pide a la comunidad de discípulos misioneros que se dejen renovar por el Espíritu Santo, esto significa que romper con lo obsoleto de la vida y estar dispuestos a una continua conversión y renovación en el Espíritu que lleve a vivir en la justicia y la santidad.
"¿Y qué signo vemos que haces tú, para que creamos en ti?” esta pregunta planteada en el evangelio de Juan hoy da la oportunidad a Jesus para ir más profundo y responder con tres afirmaciones fundamentales para sus discípulos: La primera es que el pan del cielo es ofrecido por Dios no por Moisés, como pensaba la gente. La segunda es que Jesus pide que solo crean en él, una acción necesaria para que suceda la tercera afirmación; entonces el podrá ser alimento para todos. Finalmente, Jesus hoy afirma que él es más que Moisés pue en el (en Cristo) se realiza el don de Dios.