Cuando te invoqué, Señor, me escuchaste
Reflexiones sobre las lecturas del XVII domingo del tiempo ordinario - (24 de julio 2022): Génesis 18,20-32; Salmo 137; Colosenses 2,12-14; Lucas 11,1-13
MISSIO ofrece "Predicando Misión," como una ayuda de homilía, que proporciona conexiones a la misión a partir de las lecturas de los domingos, los Días festivos y los Días Santos.
Podemos reflexionar que, a través de nuestra oración, la evangelización y la cercanía a la comunidad, Dios nos permite realizar un rol de intercesión entre la comunidad y el.
Llegamos al domingo XVII del tiempo ordinario. Las lecturas de la liturgia de hoy nos presentan pasajes bíblicos que nos van a recordar la importancia del bautismo y su relación con la fe, la vida y la muerte. Así como también, como este sacramento, nos hace hijos de Dios y nos abre una puerta para desarrollar una relación personal con él, como discípulos de Jesus a través, de la comunicación, a través de un dialogo directo con él, que se llama; la oración.
Finalmente, podemos reflexionar que, a través de nuestra oración, la evangelización y la cercanía a la comunidad, Dios nos permite realizar un rol de intercesión entre la comunidad y el. Para así llevar la buena nueva que da esperanza.
La primera lectura del libro del Génesis es continuación de la lectura del pasado domingo y nos muestra el rol intercesor de Abraham nuestro padre en la fe. Abraham en este texto nos muestra una actitud digna de imitar: apertura y solidaridad con los demás. El estilo de negociación nos recuerda la manera oriental “de regatear,” la cual es bastante latinoamericana también. La conversación de Abraham con Dios nos muestra, también, una posición de dialogo y oración muy audaz, cercana y comprometida con Dios. y a la vez, un conocimiento claro de la comunidad y un sentimiento solidario con la misma.
La segunda lectura de la carta a los Colosenses nos presenta una reflexión teológica de Pablo a cerca del bautismo. Reflexión que nos deja ciertos puntos fundamentales a cerca del mismo. Con esta reflexión Pablo deja claro que, fundamentado en la fe, cada cristiano a través del bautismo es insertado en el misterio de Cristo: Su vida, pasión, muerte y su resurrección. Resucitar con Cristo significa en realidad vivir en Cristo, como consecuencia de haber obtenido el perdón de los pecados por medio de su muerte.
En el evangelio de Lucas se nos presenta la oración por todos conocida: El padre nuestro. La oración es parte vital de la vida del pueblo judío. Ellos oran varias veces al día. Jesus es judío y aprende también de su pueblo a orar. A orar en familia y en la sinagoga.
Jesus también nos presenta en este texto, una dimensión particular “su acercamiento a Dios” en la oración del Padre nuestro Jesus nos enseña que tan cerca esta el Padre, para que nosotros seamos conscientes de esa cercanía y a la vez, la aceptemos y la vivamos. El padre nuestro es la oración por excelencia donde reconocemos la iniciativa de amor del padre, la aceptamos y pedimos que junto a él nuestra acción de perdonar, como el nos perdona; traiga su Reino a nosotros y lo santifique todo.