Reuniré a mis ovejas y les daré pastores
Reflexiones sobre las lecturas del XV domingo del tiempo ordinario - (11 de julio 2021): Amós 7,12-15; Salmo 84; Efesios 1,3-14; Marcos 6,7-13
MISSIO ofrece "Predicando Misión," como una ayuda de homilía, que proporciona conexiones a la misión a partir de las lecturas de los domingos, los Días festivos y los Días Santos.
“Hermanos: Ahora están en Cristo Jesús. Ahora, por la sangre de Cristo, están cerca los que antes estaban lejos.”
“Ay de los pastores que dispersan y dejan perecer las ovejas de mi rebaño -oráculo del Señor- “En la primera lectura el profeta Jeremías, consciente de que la responsabilidad del desorden, la injustica y el desplazamiento que el pueblo estaba viviendo durante el exilio de Israel en Babilonia es de los guías políticos y religiosos, quienes bajo la figura del pastor, no ha podido pastorear al pueblo como representantes del Señor y por esa razón él mismo les pedirá cuentas.
“Hermanos: Ahora están en Cristo Jesús. Ahora, por la sangre de Cristo, están cerca los que antes estaban lejos.” Pablo en la carta a los Efesios nos presenta un himno sobre Cristo que nos dice que Jesus derribo el muro que dividía a judíos y gentiles. Si los jefes y líderes religiosos de la época dispersan al pueblo, Jesus tiene la capacidad de reunir y de acabar con todo aquellos que divide y separa al ser humano.
“Al desembarcar, Jesús vio una multitud y le dio lástima de ellos, porque andaban como ovejas sin pastor; y se puso a enseñarles con calma.” El evangelista Marcos nos dice hoy que a Jesus “le dio lastima” ver esa multitud que andaba como “oveja sin pastor” en búsqueda de respuestas, en búsqueda de una guía para la vida.
Jesus quien había invitado a sus discípulos a descansar en un lugar apartado y dialogar sobre sus experiencias; al llegar al lugar ha comprendido que lo más urgente de ese momento, era atender a la multitud.
Si Jeremías se queja de los guías religiosos y políticos, más aguda es la realidad en tiempos de Jesus. Ya que ese momento la realidad impuesta por Roma era una carga que pesaba sobre el pueblo y peor aún había entre el pueblo de Israel quienes apoyaban por interés personal a los romanos. Entre ellos los saduceos, quienes administraban el templo. Toda esta realidad además de oprimir al pueblo ofendía su dignidad. La sociedad se encontraba dividida y mientras los jefes religiosos y políticos encuentran tiempo para descansar y comer. Jesus y los suyos a tienden al pueblo.
Que este domingo podamos renovar nuestro discipulado a la luz del buen pastor, quien siempre nos acompaña y guía.