Reflexiones sobre las lecturas del XIV domingo del tiempo ordinario - (3 de julio 2022): Isaías 66,10-14; Salmo 65; Gálatas 6,14-18; Lucas 10,1-12.17-20
MISSIO ofrece "Predicando Misión," como una ayuda de homilía, que proporciona conexiones a la misión a partir de las lecturas de los domingos, los Días festivos y los Días Santos.
No se alegren porque se someten los espíritus; alégrense porque sus nombres están inscritos en el cielo. Sean Discípulos misioneros que van las periferias.
La liturgia de la palabra de este domingo XIV del tiempo ordinario, nos trae textos bíblicos que nos ayudaran a celebrar, escuchar, y renovar algunos puntos en la historia de salvación que fortalecen el discipulado:
Primero, la experiencia de Dios que es Amor: El texto del libro de Isaías; nos cuenta, la alegría que Israel experimenta al verse renacer después del exilio: “Festejen a Jerusalén, gocen con ella, todos los que la aman, alégrense de su alegría, los que por ella llevaron luto." Esta fue la experiencia que a los israelitas no los dejo sentirse huérfanos. Esta experiencia les permitió saberse amados por un Dios que es Padre y Madre. Figuras utilizadas por los profetas para presentar a Dios-Amor complementario y total.
El Segundo, el proceso de conversión y salvación: este proceso que es dos temas en uno, y nos lo cuenta Pablo por medio de su carta a los Gálatas, y es La salvación y la conversión, temas favoritos del apóstol. Pablo nos afirma que la salvación no se da por medio del cumplimiento de la ley, sino a través de la cruz de Jesus, que es el signo de su muerte y de su victoria. A través de esta cruz, somos salvados del pecado y comenzamos un proceso de conversión. Una nueva creatura
El tercer y último punto, nos lo presenta el texto del evangelio de Lucas y, podríamos llamarlo: “El envío y la guía para los discípulos misioneros.” La época de la cosecha ha llegado y Jesus envía a sus discípulos a la misión y esta no será fácil. La misión es urgente, los discípulos no se pueden distraer en el camino, ni forzar a que se les escuche, pero si deben anunciar la alegría del evangelio que lleva esperanza. Para esto Jesus les da algunos consejos: