Te seguiré adonde vayas
Reflexiones sobre las lecturas del XIII domingo del tiempo ordinario (30 de junio, 2019): Reyes 19,16b.19-21; Salmo 15: Señor; Gálatas 5,1.13-18; Lucas 9,51-62
MISSIO ofrece "Predicando Misión," como una ayuda de homilía, que proporciona conexiones a la misión a partir de las lecturas de los domingos, los Días festivos y los Días Santos.
Hoy regresamos al tiempo ordinario o tiempo durante el año en nuestra liturgia. Las lecturas de este domingo XIII tienen dos temas en común: La libertad y la vocación. Estas lecturas, nos pondrán en contexto la vocación y la libertad de renunciar, de desprenderse de las cosas y de las personas para seguir a Jesus.
La primera lectura del libro de Reyes nos presenta un texto que nos muestra las condiciones de una vocación especial al servicio de Dios. Eliseo, un hombre del campo rico, quien está arando sus terrenos cuando lo encuentra y llama a Elias, la respuesta de Eliseo es un si radical y aunque toma su tiempo para hacerlo es también, una ruptura con el pasado y una entrega a la misión.
En la segunda lectura de la carta a los Gálatas, Pablo habla de la libertad y en relación a este tema nos dice que el cristiano es libre; la vocación cristiana es una vocación a la libertad, la libertad que conquisto Cristo por nosotros. Esta libertad se expresa y alcanza su plenitud en el amor. Ante el peligro de caer en el libertinaje, Pablo advierte que la verdadera libertad viene del Espíritu ya que este es el que libera de la esclavitud de la carne y del egoísmo.
Finalmente, en el evangelio de Lucas se nos presenta tres vocaciones, enmarcadas en el viaje de Jesus y sus discípulos hacia Jerusalén. En este texto vemos como Jesus al que quiere seguirlo le exige; primero, desapego a los bienes y a las comodidades materiales, pues el Hijo del Hombre no tienen donde reclinar la cabeza. Segundo, ruptura con el pasado y el presente, incluso con la propia familia y finalmente, seguimiento. Todo esto con la finalidad del que el discípulo quede libre para lanzarse a la misión de anunciar el Reino.
Cualquiera podría decir que Jesus hace todo lo posible por desanimar a los que lo quieren seguirle, pero, en realidad, el no apaga el entusiasmo, sino que las falsas ilusiones y los sentimientos triunfalistas, pues los discípulos misioneros deben estar conscientes de los retos y sacrificios que retomar la misión significa.
Que este domingo podamos sentirnos libres para responder al llamado de Jesus y junto al salmista podamos proclamar: ¡Tú Señor, eres el lote de mi heredad!