¡Qué grande son tus obras, Señor, qué profundos tus proyectos!
Reflexiones sobre las lecturas del XI domingo del tiempo ordinario - (13 de junio 2021): Ezequiel 17,22-24; Salmo 91; 2 Corintios 5,6-10; Marcos 4,26-34
MISSIO ofrece "Predicando Misión," como una ayuda de homilía, que proporciona conexiones a la misión a partir de las lecturas de los domingos, los Días festivos y los Días Santos.
Dios, Padre nuestro, que, en Jesús de Nazaret, has hecho renacer nuestra esperanza de un cielo y una tierra nuevos; te pedimos que nos hagas...
Después de celebrar el día pentecostés y las solemnidades de la santísima trinidad y el cuerpo y la sangre de Cristo, regresamos al tiempo ordinario con un tema importante: El Reino de Dios. este domingo, Dios nos invita a participar de este Reino: ¿Cómo podemos entender mas de este Reino de Dios? ¿Cuáles son las semillas de este Reino que ya están presentes entre nosotros? Dejemos que el evangelio de Juan y las lecturas de hoy nos ayuden a reflexionar sobre esto.
Las dos parábolas en el evangelio de Marcos con las que Jesus nos explica este domingo XI del tiempo ordinario que es el Reino de Dios usan imágenes de la vida cotidiana del campesino de esa época.
La primera, “El reino de Dios se parece a un hombre que echa simiente en la tierra; la semilla germina y va creciendo, sin que él sepa cómo.” Lo que expresa esta parábola es el valor de cada momento de la vida. Aunque no nos demos cuenta, Dios actúa siempre que recibimos su palabra y dejamos que ella se vuelva vida en nuestra vida. Al mismo tiempo Jesus nos pide que mantengamos la esperanza y que no seamos impacientes sino vemos los frutos esperados y en nosotros u otras personas con las que hemos compartido la semilla del evangelio.
La segunda, "¿Con qué podemos comparar el reino de Dios? ¿Qué parábola usaremos? Con un grano de mostaza: al sembrarlo en la tierra es la semilla más pequeña, pero después brota, se hace más alta …” Jesus en esta parábola compara el Reino de Dios con esta pequeña semilla. Un grano de mostaza mide como 1.5 milímetros y puede crecer en un inmenso y frondoso árbol. Con esto Jesus nos manifiesta que la gracia de Dios transforma incluso las más pequeñas acciones en acciones de gran impacto para la construcción del Reino.
Dios, Padre nuestro, que, en Jesús de Nazaret, has hecho renacer nuestra esperanza de un cielo y una tierra nuevos; te pedimos que nos hagas… ¡apasionados misioneros, seguidores del Reino de Dios!, de modo que sepamos transmitir a nuestros hermanos, con la palabra y con las obras, las razones de la esperanza que nos sostiene. Por Jesucristo el Señor.