¡Oh, Dios!, sálvame por tu nombre, sal por mi con tu poder
Reflexiones sobre de viernes santo (10 de abril, 2020): Is 52,13–53,12; Salmo 30; Heb 4,14-16; 5,7-9; Jn 18,1–19,42
MISSIO ofrece "Predicando Misión," como una ayuda de homilía, que proporciona conexiones a la misión a partir de las lecturas de los domingos, los Días festivos y los Días Santos.
Juan nos comenta que Jesus antes de morir, “sabiendo que todo estaba complido y, para que se cumpliera la escritura, exclamo: ¡Tengo sed!” El no se referia a la sed causada por las heridas y el sangramiento. La sed de Jesus, nos indica el gran deseo de Dios por derribar los muros fisicos y espirituales que nos separan de su amor y nos impiden tener vida en abundancia.
“Todo esta cumplido” ¿Qué es lo que esta cumplido? De parte de Dios se ha cumplido su amor definitivo e incondicional. Su entrega maxima. Jesus ha llevado su mision hasta el final. Jesus nos muestra su obediencia al plan del Padre al realizar la voluntad de este. De nuestra parte aun falta vivir dia a dia y construir esta etapa de la historia de salvacion, la cual cuenta con nuestra participacion como discipulos misioneros.
“E inclinando la cabeza entrego su espiritu” Jesus muerto en la cruz es el centro de nuestra contemplacion de este dia viernes. Jesus a muerto en las afueras de Jerusalen. Hoy nos encontramos desde hace buen tiempo quizás en nuestras casas y apartamentos, alejados físicamente unos de otros y de nuestras parroquias, reunidos sin la presencia de Jesus sacramentado, todo esto nos habla y nos invita a meditar en muerte de Jesus en la cruz.
Que esta muerte en cruz sea a la vez una espera y tambien una invitacion a luchar por la paz, una invitacion a recordar, orar y tomar accion por los millones de refugiados e inmgrantes en el mundo, tambien por todos los que viven en extrema pobreza, por los que su dignidad de seres humanos no es respetada y por los que viven en soledad en un mundo moderno lleno de riqueza y tecnología. Pero que se olvida de lo fundamental. El amor y la fraternidad. Un mundo donde hemos dejado que reine la globalización de la indiferencia.
Que este viernes santo nuestra reflexion y meditacion en la muerte de Jesus en la cruz, tambien nos lleve a acercarnos a los crucificados de la humanidad. Que hoy nuestro compromiso y oracion llegue a paises enteros, donde los relatos de cruz son abundantes. Que estos relatos nos comprometan querer estar en las periferias de nosotros mismos, para compartir la buena nueva que la vida y esperanza. Porque hoy entendemos la muerte y la vida de una manera más clara y definitiva.