“Que Cristo habite por la fe en vuestros corazones”
Reflexiones sobre las lecturas de la Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús (8 de junio, 2018): Os 11,1b.3-4.8c-9; Interleccional Is. 12, 2-6; Ef 3,8-12.14-19; Jn 19,31-37
MISSIO ofrece "Predicando Misión," como una ayuda de homilía, que proporciona conexiones a la misión a partir de las lecturas de los domingos, los Días festivos y los Días Santos.
La única definición de Dios que la biblia hace es a través de la primera carta de Juan en el capítulo 4, donde dice claramente que Dios es Amor.
Este viernes 8 de junio la Iglesia nos invita a reflexionar y celebrar El Sagrado Corazón de Jesús. Todas las lecturas de este día nos hablaran sobre el Amor. Vivamos y celebremos hoy una historia de salvación basada en ese Amor que es el mismo Dios.
En la primera lectura del antiguo testamento; Oseas, el profeta de la fidelidad, nos describe la relación de Dios con Israel como la de un Padre o una madre con su hijo, quien ha estado presente en todo momento, aun en los más difíciles. Como un Padre o una madre Dios, espera siempre lo mejor de Israel, aun cuando este lo abandona, pues su esencia es el Amor y con este, Dios ama incondicionalmente.
La lectura del evangelio de Juan nos narra el momento trascendental de la pasión y muerte Jesús, donde un soldado traspasa el corazón de Jesús para asegurarse que está muerto y entonces inmediatamente brota de ese corazón agua y sangre. Este momento tiene un doble sentido en términos de la salvación de Dios al ser humano, aquí une el acto pascual (el cordero) y el corazón redentor (El Amor.) La iglesia, ve en este momento su propio nacimiento, basado en los sacramentos del bautismo y la eucaristía.
La carta a los efesios no hace más que recordarnos que a través de Cristo, Dios nos ha mostrado su inmenso Amor. Y que este debe ser un signo de vida en la comunidad cristiana que transciende cualquier filosofía.
Que sea este día la celebración del Amor. Que meditemos y tomemos acción para seguir creciendo y convirtiendo nuestra vida en el Amor y que este nos dé razones para ser protagonistas de un mundo que se mueva al ritmo de Dios que es Amor.