Cantemos al Señor un cántico nuevo, porque ha hecho maravillas
Reflexiones sobre las lecturas de la Solemnidad de la inmaculada concepción de la Virgen María - (8 de diciembre 2022): Gén 3,9-15.20; Salmo 97; Ef 1,3-6.11-12; Lc 1,26-38
MISSIO ofrece "Predicando Misión," como una ayuda de homilía, que proporciona conexiones a la misión a partir de las lecturas de los domingos, los Días festivos y los Días Santos.
La carta a los Efesios que nos presenta hoy la liturgia de la palabra nos habla también de ese profundo sentido de la existencia humana, del cual Maria, la inmaculada madre de Dios es el mejor ejemplo para nosotros como discípulos misioneros.
El día 8 de diciembre se celebra, la solemnidad de la inmaculada concepción. Patrona de los Estados Unidos, Espana y otros paises. El anuncio a Maria, sobre la concepción de Jesus, narrado por el evangelista Lucas; es muy parecido al anuncio que en el antiguo testamento se le da al nacimiento de Ismael. Isaac, Sansón y Samuel.
El dialogo entre el ángel y Maria comienza con una invitación a estar alegre: "Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo." La alegría en la biblia podríamos decir que es un signo de la llegada de Dios a cumplir sus promesas. Maria es la llena de gracia, la que ha encontrado el favor de Dios. Él está a su lado. Todo esto sucede bajo el amor gratuito de Dios. La fe es la base de este momento histórico. Dios confía en Maria y hace que ella confié en su plan, aun cuando humanamente hay más preguntas que respuestas.
Gracias a su “si,” Maria participa de la obra de Dios. No hay razón para el temor, el tiempo es el indicado. Es momento de la entrega en las manos de Dios. No hay porque tener miedo, la presencia fuerte de Dios y las palabras del ángel hace fortalecer el corazón de Maria, para que ella pueda concebir tanto en su vientre como en ese mismo corazón a Jesus, el salvador.
La carta a los Efesios que nos presenta hoy la liturgia de la palabra nos habla también de ese profundo sentido de la existencia humana, del cual Maria, la inmaculada madre de Dios es el mejor ejemplo para nosotros como discípulos misioneros.
Que al celebrar hoy a Maria en la solemnidad de la inmaculada Concepcion, recordemos que hemos venido a este mundo para ser hijos de Dios y que estamos llamados a esta filiación en el amor del Padre, por medio de Jesucristo y en el Poder del Espíritu Santo. Pero, tenemos que “encarnarla” hacerla vida en nuestra vida cotidiana; y hoy, Maria nos enseña el camino del “si” a Dios: ¡Vamos a creer, arriesgar y amar como la inmaculada!