La paz este con ustedes. Como el Padre me ha enviado, así también los envío yo
Reflexiones sobre las lecturas del segundo domingo de pascua (28 de abril, 2019): Hechos 5,12-16; Salmo 117; Apocalipsis 1,9-13.17-19; Juan 20,19-31
MISSIO ofrece "Predicando Misión," como una ayuda de homilía, que proporciona conexiones a la misión a partir de las lecturas de los domingos, los Días festivos y los Días Santos.
Llegamos al segundo domingo de pascua. Las lecturas de la liturgia de este día nos reafirman a Cristo como centro de la Iglesia. Es por eso por lo que la Iglesia es esencialmente misionera. Ya que al ser Jesus su centro, el anuncio del Evangelio de Jesus, es la actividad primordial de la Iglesia.
Este anuncio del evangelio nos ofrece un reto importante desde el principio, el cual debemos tomar en cuenta: Que este siempre se da en un contexto determinado, en una cultura, en un idioma, en una realidad social y económica determinada. En medio de este contexto diverso, la centralidad del mensaje que es Cristo resucitado no cambia. Un corazón misionero sabe de estos límites. Reconoce el reto y sabe que tiene que crecer en la comprensión del evangelio y en el discernimiento de los senderos del Espíritu.
Las lecturas de la liturgia de hoy: Los hechos de los apóstoles, junto a la del libro del apocalipsis y la del evangelio de Juan, nos ofrecen este día, testimonios y fundamentos teológicos que reafirman junto con el papa Francisco, como una Iglesia en salida. Una Iglesia que vive la pascua con las puertas abiertas. Una iglesia que lleva la experiencia del resucitado a las periferias humanas. Una Iglesia pascual que quiere detener el paso y dejar de lado la ansiedad, una Iglesia que prefiere renunciar a las urgencias para mirar a los ojos y escuchar.
Una Iglesia resucitada, que quiere ser facilitadora de la gracia y que renuncia a comportarse como controladora de esta. Una Iglesia que asume el dinamismo misionero, de llegar a todos sin excepciones. Una Iglesia que opta por privilegiar a los pobres como destinarios del Evangelio.
“Y en esto entró Jesús, se puso en medio y les dijo: " La paz este con ustedes."” Que, en esta pascua, ¡No dejemos robar la alegría evangelizadora de la resurrección! Que la experiencia comunitaria de Jesus resucitado nos traiga la paz, y que esta nos lleve, nos dirija y nos impulse a vencer los retos y los temores para ser discípulos misioneros, testigos de la resurrección de Jesus. Y que, con esta experiencia personal y comunitaria del resucitado, podamos proclamar con convicción y seguridad junto a Tomas “¡Señor mío y Dios mío!