Ojalá escuchen hoy su voz: ¡No endurezcan el corazón!
Reflexiones sobre las lecturas del Segundo domingo de cuaresma - (28 de febrero 2021): Gn 22,1-2.9a.10-13.15-18; Salmo 115; Rom 8,31b-34; Mc 9,2-10
MISSIO ofrece "Predicando Misión," como una ayuda de homilía, que proporciona conexiones a la misión a partir de las lecturas de los domingos, los Días festivos y los Días Santos.
En nuestra reflexión cuaresmal hoy ponemos atención a la lectura del evangelio de Marcos quien, nos presenta la transfiguración de Jesus la cual aparece…
Segundo domingo del tiempo de cuaresma. La liturgia de la palabra nos presenta hoy unos textos bíblicos que nos hablan del Amor sin límite que Dios tiene para con nosotros: Un Amor que nos reta a ir más allá de la periferia de nuestra propia existencia, un amor que nos fortalece sin límites y que se encarna en Jesus, el Mesías para transformarnos y así llevar la alegría del evangelio a los demás
En nuestra reflexión cuaresmal hoy ponemos atención a la lectura del evangelio de Marcos quien, nos presenta la transfiguración de Jesus la cual aparece, después de que Jesus se ha ido revelando como el Mesías, ocasionando ceguera frente a los dirigentes judíos e incomprensión frente a sus parientes y paisanos.
A partir del capítulo seis y a través de diferentes sucesos, Marcos nos presenta la revelación de Jesus como mesías al pueblo en general y posteriormente a sus discípulos: La muerte de Juan el Bautista, la multiplicación de los panes y otros milagros revela su mesianismo a la gente. La transfiguración sucede en el momento en que Jesus a invitado a un grupo de personas a ser sus discípulos, sus seguidores y como parte de esta cercanía y seguimiento; Jesus les revela su pasión, su muerte y resurrección.
Esta revelación de la pascua de Jesus causo confusión, miedo e incerteza entre sus discípulos. Quienes no lograban entender como Jesus, su Mesías, a quien habían visto predicar y realizar milagros podía morir. Fue necesario un paso más, una revelación, para que de alguna manera sus seguidores pudieran entender la misión, la cual, ellos retomarían después.
En el camino a Jerusalén era necesaria la transfiguración. Para entender a Jesus sus discípulos de ayer y hoy también necesitamos la transfiguración en nuestro caminar. Pues nuestras expectativas se completan ahí. El entendimiento del mesianismo de Jesus no se puede dar sin entender la visión completa de la historia de salvación y como esta visión debe ser integrada en profundidad a la vida, pasión, muerte y resurrección de Jesus.
La fe y nuestra experiencia vivida es la que nos debe propiciar la necesidad de transcender lo superficial para captar el sentido profundo de lo que nuestro discipulado es. Que este momento privilegiado de la cuaresma nos ayude a descubrir, sentir y permitir que el inmenso amor de Dios nos transforma para poder así ver como nuestra vida es “transfigurada” por la gracia de ese amor divino del Padre, a través de Jesus y en el poder del Espíritu Santo.