¿Quién es ese Rey de la Gloria?
Reflexiones sobre las lecturas de la memoria de Santo Tomas de Aquino (28 de enero, 2020): 2Sm 6,12b-15.17-19; Salmo 23; Mc 3,31-35
MISSIO ofrece "Predicando Misión," como una ayuda de homilía, que proporciona conexiones a la misión a partir de las lecturas de los domingos, los Días festivos y los Días Santos.
Santo Tomas de Aquino miembro de la orden de los predicadores, sacerdote y doctor de la Iglesia vivió entre los años 1225 y 1274. Dedico toda su vida al estudio y la enseñanza de la teología católica. Fue nombrado por el Papa Leon XIII en 1880 como patrono de las escuelas y universidades católicas.
El aporte de Santo Tomas de Aquino no solo reside en su enseñanza sino, también en su método, especialmente en la síntesis y distinción que hace entre filosofía y teología, donde nos dice que la razón acoge una verdad en virtud de su evidencia intrínseca, mediata o inmediata; la fe, en cambio, acepta una verdad basándose en la autoridad de la Palabra de Dios que se revela.
Esta distinción que Santo Tomas nos presenta permite establecer la autonomía de las ciencias humanas, así como también la de las ciencias teológicas, pero no afirma su separación, sino que implica su colaboración reciproca y beneficiosa. De hecho, a este tema, el Papa Benedicto XVI en su discurso ofrecido en la plaza de San Pedro el 16 de junio del 2010 nos dice: “La fe protege a la razón de toda tentación de desconfianza en sus propias capacidades, la estimula a abrirse a horizontes cada vez más amplios, mantiene viva en ella la búsqueda de los fundamentos y, cuando la propia razón se aplica a la esfera sobrenatural de la relación entre Dios y el hombre, enriquece su trabajo.”
A la luz de la enseñanza de Santo Tomas de Aquino, la teología puede afirmar que el lenguaje religioso tiene sentido pues, surge y se dirige a la misma naturaleza humana, es aquí donde podemos enunciar uno de los grandes principios de la enseñanza tomista: La gracia divina no anula, sino que supone y perfecciona la naturaleza humana.
En otras palabras, podemos afirmar con San Tomas que la Gracia, dada por Dios y comunicada a través de Jesucristo, es un don gratuito con el que la naturaleza humana es sanada, fortalecida y ayudada a retomar la búsqueda innata de la felicidad en el corazón de cada hombre y de cada mujer, así todo el ser humano es purificado, transformado y elevado por la Gracia divina.
Al participar hoy en la eucaristía pidamos a Dios con Santo Tomas de Aquino: “Concédeme, te ruego, una voluntad que te busque, una sabiduría que te encuentre, una vida que te agrade, una perseverancia que te espere con confianza y una confianza que al final llegue a poseerte”. Amén