Bautizados y enviados: La Iglesia de Cristo en misión en el mundo
Reflexiones sobre las lecturas de Santa Teresa del niño Jesús (1 de octubre, 2019): Zac 8,20-23; Salmo 87; Lc 9,51-56
MISSIO ofrece "Predicando Misión," como una ayuda de homilía, que proporciona conexiones a la misión a partir de las lecturas de los domingos, los Días festivos y los Días Santos.
“Reconocí claramente y me convencí de que el amor encierra en sí todas las vocaciones, que el amor lo es todo, que abarca todos los tiempos y lugares, en una palabra, que el amor es eterno.” Comenzamos nuestra reflexión de hoy con esta cita del Manuscrito autobiográfico: En el corazón de la Iglesia, yo seré el amor, de Sta. Teresa del niño Jesus. Ya que hoy celebramos su memoria.
Sta. Teresita tuvo un estilo de vida muy sencillo y oculto. Pero después de su muerte, la publicación de sus escritos la convirtieron en una de las santas más conocidas. Ella ha iluminado a la Iglesia con una profunda doctrina espiritual, por esa razón El papa San Juan Pablo II le concedió el título de doctora de la iglesia en 1997. Ella también es la patrona de las misiones, titulo otorgado por el Papa Pio XI en 1927. Su vida, su espiritualidad y sus escritos han sabido presentar a Jesus como la persona donde el Amor de Dios se encarna y se hace realidad para todos. Su presencia no ha dejado de ayudar a los corazones sencillos, a los pobres, a los sufren y todos aquellos que la invocan.
En este año 2019 con la celebración a Santa Teresa del niño Jesus, gran ejemplo para todos los discípulos misioneros. El papa lanza el mes misionero extraordinario bajo el lema “Bautizados y enviados: la Iglesia de Cristo en misión en el mundo.” Con el fin de fortalecer la misión ad gentes y celebrar especialmente los 100 años de la Carta Apostólica Maximum Illud del Papa Benedicto XV.
Para unirnos a esta celebración el Papa nos propone vivir intensamente las siguientes dimensiones: Primera, el encuentro personal con Jesucristo vivo a través de la eucaristía, la palabra de Dios, la oración personal y comunitaria. Segunda, el testimonio, por medio de los santos, mártires y confesores de la fe de la Iglesia en el mundo. Tercera, La formación misionera, profundizando en la escritura, la espiritualidad y la teología de la misión. Y cuarta, la práctica diaria de la caridad misionera. En especial yendo a las periferias físicas de nuestra existencia.
Que Santa Teresita acompañe todos los esfuerzos misioneros de la Iglesia en especial a la congregación de propaganda fide y a las obras misionales pontificias.
