Ni el ojo vio, ni el oído oyó lo que Dios ha preparado para los que le aman
Reflexiones sobre las lecturas de San Juan de la Cruz. Sacerdote y doctor de la Iglesia - (14 de diciembre 2020): Nm 24,2-7.15-17a; Salmo 24; Mt 21,23-27
MISSIO ofrece "Predicando Misión," como una ayuda de homilía, que proporciona conexiones a la misión a partir de las lecturas de los domingos, los Días festivos y los Días Santos.
San Juan de la Cruz, nos propone a través de su ejemplo, sus reflexiones y poemas una espiritualidad donde la cruz es la puerta de entrada a la sabiduría y fortaleza de Dios.
Hoy celebramos la memoria de San Juan de la Cruz, sacerdote y doctor de la Iglesia, cuyo nombre secular era Juan de Yepes Álvarez. San Juan fue un religioso y poeta místico del renacimiento español.
Nuestro santo nació hacia el año 1542 en Fontiveros un municipio al norte de España situado en la provincia de Ávila, perteneciente a la comunidad autónoma de Castilla y León. En 1563, habiéndose planteado seriamente su vocación, decide la vida religiosa carmelita y entra en el convento de Santa Ana de Medina del Campo. Toma el nombre de fray Juan de San Matías. El siguiente año hace su profesión.
San Juan de la Cruz estudia de 1564 a 1568 en la Universidad de Salamanca. Es ordenado sacerdote en 1567, en este mismo año se encuentra con Santa Teresa de Jesús. Ella Tiene 52 años y fray Juan 25. Teresa lo invita a continuar la misión que ella había ya tomado entre las monjas desde 1562: Comenzar la reforma de la vida religiosa entre los frailes del Carmen. Fray Juan acepta la propuesta con una sola condición: que se haga pronto, que no se tarde mucho. San Juan de la Cruz dedicará el resto de su vida a esta misión.
San Juan de la cruz muere a los 49 años en Úbeda a las 12 de la noche del 13 al 14 de diciembre de 1591. Fue un ejemplo para todos en la enfermedad como lo fue siempre en toda su vida. Su tumba se encuentra en el convento de las carmelitas descalzas en Fitoria, provincia de Asturias en España.
San Juan de la Cruz, nos propone a través de su ejemplo, sus reflexiones y poemas una espiritualidad donde la cruz es la puerta de entrada a la sabiduría y fortaleza de Dios. Él nos llama hoy la atención, en medio de esta pandemia y sus consecuencias, al igual que San Pablo hizo con la comunidad de Éfeso “a no desfallecer en las tribulaciones, a mantenernos fuertes y arraigados en el amor.” Demos hoy gracias a Dios, por la vida y ejemplo de San Juan de la Cruz. Que este adviento nos prepare para recibir a Jesus, luz que ilumina nuestra vida.
