José hizo lo que le había mandado el ángel del Señor
Reflexiones sobre las lecturas de San Jose esposo de maria - (19 de marzo 2022): 2Sam 7,4-5a.12-14a.16; Salmo 88; Rom 4,13.16-18.22; Mateo 1,16.18-21.24a
MISSIO ofrece "Predicando Misión," como una ayuda de homilía, que proporciona conexiones a la misión a partir de las lecturas de los domingos, los Días festivos y los Días Santos.
En esta cuaresma, Jose nos trae y nos deja su ejemplo y una reflexión amplia y particular a la vez, dirigida a cada uno de nosotros...
Llegamos hoy a la celebración de San Jose, esposo de Maria y padre adoptivo de Jesus. En esta celebración tomamos la figura de San Jose no solo como esposo, sino de San Jose como parte del pueblo de la alianza: Israel y de San Jose como ya dijimos, padre adoptivo de Jesus.
Los textos bíblicos de la liturgia de hoy nos ofrecen por medio de la segunda carta de Samuel, una promesa de Dios a David sobre su descendencia y la misión a realizar. Por otro lado, en el nuevo testamento Pablo en la carta a los Romanos nos reafirma que la elección y justificación es obtenida por la fe y el evangelio de mateo, nos deja claro la elección de Jesus y su misión concreta.
¿Cómo asume y vive San Jose la vocación de ser Padre de Jesus y esposo de Maria?
San Jose asume y vive su vocación con discreción, con humildad y silencio, pero con una presencian que nos deje ver su fidelidad y constancia; aun cuando no comprende totalmente lo que pasando y el plan de Dios para él.
En esta cuaresma, Jose nos trae y nos deja su ejemplo y una reflexión amplia y particular a la vez, dirigida a cada uno de nosotros; Hombres y mujeres, padres y madres de familia, laicos, sacerdotes, religiosos y religiosas:
¿Cómo podemos reflexionar y actuar en esta cuaresma frente a la vocación a la que Dios nos está llamando? Como discípulos misioneros elegidos y enviados por Jesus debemos enfrentar el riesgo que nos aparta de nuestra misión evangelizadora y no nos permite descubrir el sentido más profundo del llamado que tenemos.
La vida de San Jose, el esposo de Maria y padre adoptivo de Jesus es una invitación a siempre seguir con esperanza nuestra propia llamada y también, descubrí en ella, la plenitud de la vida.
Que el evangelio donde deslumbra gloriosa la cruz de Cristo sea nuestra guía durante nuestro caminar. Que en esta cuaresma podamos renovar o reencontrarnos con nuestro llamado personal y comunitario, nuestra vocación. Que sea San Jose con su silencio activo, quien nos conduzca al encuentro de Jesus y que él, Dios nos ilumine el camino a retomar. Para que todos como comunidad de discípulos proclamemos junto al salmista: ¡Cantaré eternamente las misericordias del Señor!