Cristo lo es todo para nosotros
Reflexiones sobre las lecturas de San Ambrosio, obispo y doctor de la Iglesia (7 de diciembre, 2018): Is 29,17-24; Salmo 26; Mt 9,27-31
MISSIO ofrece "Predicando Misión," como una ayuda de homilía, que proporciona conexiones a la misión a partir de las lecturas de los domingos, los Días festivos y los Días Santos.
Nos encontramos en la primera semana de adviento y en la celebración de la memoria de San Ambrosio, obispo y doctor de la Iglesia.
Las lecturas de la liturgia de este viernes nos dan una buena noticia, nos anuncian una etapa nueva que está por llegar, un tiempo de liberación, tiempo de escucha y sin tinieblas, tiempo para que los ciegos vean. Un tiempo de luz y salvación. Donde la fé juega un rol importante para hacer que todas estas cosas pasen.
Isaías en el antiguo testamento trae buenas noticias para Israel: Los oprimidos y los pobres volverán alegrarse en el Señor. Anunciando así, el término del reinado del opresor y del que busca el mal. La lectura del evangelio nos presenta el pasaje en el libro de Mateo, donde Jesus se encuentra con dos ciegos, quienes claman a Jesus, pero sus clamores, se convierten en gritos para llamar la atención de Jesus. Ellos frente a la pregunta de Jesus: ¿creen que puedo hacerlo? responden que ¡sí! Abriendo con su sí, (que es no es más que la articulación oral de la disponibilidad y el abandono en el que hace la propuesta: Jesus) la puerta al cambio, al milagro, a lo que se creía imposible y por supuesto son sanados. Jesus les pide silencio y ellos por el contrario le cuentan a todos lo sucedido.
Hoy muchas veces andamos como los ciegos del evangelio, no logramos ver y/o entender la realidad en la que nos encontramos. Roguemos al Señor durante este adviento, que nos quite las vendas, las cuales no nos permiten ver. Preparémonos para recibirlo en este adviento, tiempo propicio para generar cambios en nuestra vida.
Hoy que celebramos la memoria de San Ambrosio, obispo y doctor de nuestra Iglesia; que, como discípulos misioneros, podamos retomar su ejemplo de oración y acción en su liderazgo y en el servicio, su celo por preparase mejor, especialmente en el conocimiento de la Palabra de Dios, para servir mejor a su comunidad. Que, junto con él, podamos proclamar una de sus frases frecuentes: “Cristo es todo para nosotros,” y caminemos en este tiempo de preparación al encuentro del Dios niño. Bienaventurados los que esperamos en él.
