La medida del amor es amar sin medida
Reflexiones sobre las lecturas de San Agustín, obispo y doctor de la Iglesia - (28 de agosto 2021): 1Tes 4,1-8; Salmo 96; Mt 25,1-13
MISSIO ofrece "Predicando Misión," como una ayuda de homilía, que proporciona conexiones a la misión a partir de las lecturas de los domingos, los Días festivos y los Días Santos.
Nos dejó la frase: “ama y haz lo que quieras.” Que es una invitación a reconocer que, del amor, que es el mismo Dios, todo lo que nazca es bueno.
Hoy al recordar la memoria de San Agustín de Hipona, obispo y doctor; también celebramos el encuentro con la verdad, el amor y la libertad; ya que San Agustín con su búsqueda de la libertad, su pasión por la verdad y la centralidad absoluta que el da al amor en su vida y escritos, es uno de los santos que probablemente más ha impactado la historia del cristianismo con una riqueza teológica y espiritual.
San Agustín, quien nació en Tagaste de Numidia, la actual Souk-Ahras, en Argelia, el 13 de noviembre del año 354. Hijo de padre pagano y de madre cristiana, llamada Veronica. Cambio radicalmente su vida en el momento que siente que se le pide, aun en contra la presión de los demás o del contexto en se vive. Sus escritos de gran contenido teológico-espiritual son reflejo de su corazón y de su mente inquietos en búsqueda por la verdad,
En sus escritos nos dejó fundamentos y reflexiones de lo que amar la verdad implica: Ir en búsqueda de ella, equivocarse, moverse y volver a intentar siempre, hasta descubrir que no es posible la verdad plena entre nosotros. Que finalmente la única verdad solo puede pertenecerle a Dios. Al alcanzar esta claridad de pensamiento entonces la verdad y la búsqueda por esta nos hace más humildes.
San Agustín nos habló también sobre la libertad y el amor, Nos dejó la frase: “ama y haz lo que quieras.” Que es una invitación a reconocer que, del amor, que es el mismo Dios, todo lo que nazca es bueno. Porque la libertad sin amor se convierte en egoísmo que hace daño a los demás. La verdad sin amor te hace prepotente y te aleja de los demás. La invitación es hoy para todo que todo lo que hagamos, lo hagamos por, con y en el amor.
La primera carta a los Tesalonicenses nos reafirma en la liturgia hoy la centralidad de la enseñanza y la libertad: “Hermanos, por Cristo Jesús os rogamos y exhortamos: Habéis aprendido de nosotros cómo proceder para agradar a Dios.” y Jesus en el evangelio de Mateo habla directamente sobre el Reino de Dios con la parábola “del novio” El reino se va construyendo a través de nuestras “lámparas ardientes” cuyo “aceite” son el amor, la verdad y la fe, que ofrecemos a Dios y a nuestro prójimos como discípulos misioneros.
Que hoy podamos proclamar con el Salmista: “Alégrense, justos, con el Señor.” y que, con la ayuda de San Agustín, obispo y doctor de la Iglesia, dediquemos tiempo para estudio y la meditación de sus obras que son parte del tesoro teológico y espiritual de la Iglesia para crecer como discípulos, especialmente en el conocimiento de la verdad, la libertad y el amor.