Predicando Mision

Sagrado corazón de Jesus - 19 de junio, 2020

Written by Equipo MISSIO | Jun 16, 2020 9:27:48 PM

Dios es amor, y quien permanece en el amor permanece en Dios, y Dios en él  

Reflexiones sobre las lecturas del Sagrado corazón de Jesus (19 de junio, 2020): Dt 7,611; Salmo 102; 1Jn 4,7-16; Mt 11,25-30

MISSIO ofrece "Predicando Misión," como una ayuda de homilía, que proporciona conexiones a la misión a partir de las lecturas de los domingos, los Días festivos y los Días Santos.

Reflexionemos, ¿Cómo se manifiesta el amor de Dios en nuestras vidas?

El mes de junio, es el mes dedicado al Sagrado Corazón de Jesús, para que como discípulos misioneros reflexionemos y actuemos en respuesta a este gran amor que Jesus nos mostró al hacerse presente en el mundo y entregarse por nosotros.   

En la primera lectura del Deuteronomio, Dios escoge a su pueblo, hace una alianza y lo libera de la esclavitud, también nos dice que Dios siempre es fiel y nosotros, su pueblo debemos guardar sus preceptos y mandamientos. El Salmo responsorial nos recuerda que el Señor es bueno y misericordioso, un Dios justo que siempre muestra su bondad, su Amor por nosotros aun a pesar de nuestras faltas.  

La Segunda lectura, la primera carta del apóstol San Juan, nos resume el significado de Dios, bajo el profundo y extenso concepto del amor, y nos invita a amar a nuestros hermanos, nos recuerda que Dios nos amó primero. Y por último, en el evangelio de Mateo, Jesucristo nos hace la siguiente invitación tomar su ejemplo y seguirle: “Tomen mi yugo sobre ustedes y aprendan de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontrarán descanso, porque mi yugo es suave y mi carga ligera”. 

Las lecturas de hoy centran su atención en el amor de Dios, un amor fiel, que nos libera de la esclavitud, un amor bueno y misericordioso que tiene compasión de su pueblo. Un amor que “primerea” ya que fue el quien nos amó primero y envió a su hijo y muriera en la cruz para nosotros.  

El Sagrado Corazón de Jesús es pues, la representación de ese amor, y la invitación constante de entregarnos al amor de Dios, a través del amor a nuestros semejantes. Jesús nos invita a juntarnos con él, en ese yugo que es el Amor para ayudarnos a cargar nuestras aflicciones y angustias, nos promete que la carga será ligera y lo que venga en la vida podremos encararlo, siempre y cuando permanezcamos unidos a él a través del yugo del amor. 

Reflexionemos, ¿Cómo se manifiesta el amor de Dios en nuestras vidas?, ¿Cómo cumplimos el mandamiento de amarnos los unos a los otros?, ¿Estoy en unido con Jesucristo a través del yugo del amor? ¿Qué me impide unirme a Jesucristo?  

“Postrado a tus pies humildemente 

vengo a pedirte dulce Jesús mío, 

poderte repetir constantemente 

¡Sagrado Corazón de Jesús; en vos confío¡