¡Alaben al Señor que sana los corazones destrozados!
Reflexiones sobre las lecturas del Quinto domingo del tiempo ordinario - (7 de febrero 2021): Job 7,1-4.6-7; Salmo 146; 1Cor 9,16-19.22-23; Mc 1,29-39
MISSIO ofrece "Predicando Misión," como una ayuda de homilía, que proporciona conexiones a la misión a partir de las lecturas de los domingos, los Días festivos y los Días Santos.
Hoy Job nos invita a todos con sus sabias reflexiones a recordar que la presencia de Dios está sobre la presencia del mal en el mundo.
En la primera lectura de hoy, el libro Job nos presenta a este personaje sumido en un gran dolor y abriendo su corazón a sus amigos. Estos no pueden comprenderlo y, por lo tanto, tampoco pueden acompañarlo, pues por su mirada está puesta en la ley, más que, en como la vida puede ser transformada y reconfortada a través de esta.
La importancia del libro de Job no son los datos históricos, ya que no es un libro histórico. Su importancia tampoco radica en las explicaciones sobre el dolor humano que se da. La verdadera importancia de este libro se encuentra en la sabiduría de las reflexiones ofrecidas por su protagonista. Ya que el grito de Job esta presenta hoy, en la vida y en la muerte de muchos; en el grito desesperado hoy en medio de la realidad de la pandemia y sus consecuencias. Hoy Job nos invita a todos con sus sabias reflexiones a recordar que la presencia de Dios está sobre la presencia del mal en el mundo.
Al igual que Job, Pablo hoy en la primera carta a los Corintios, responde a los que retan su autoridad, dejando clara la seguridad y libertad que Pablo tiene al ser discípulo de Jesus. Esta libertad y seguridad le permite amoldarse a las circunstancias de la gente, le permite vivir la realidad del momento histórico. Le permite también, anunciar la buena nueva y así es capaz de proponer un dialogo donde se puede llegar a todos.
Precisamente eso es lo que hace Jesus hoy en el texto del evangelio de Marcos. Entra en la vida de las personas, en la cotidianidad, se vuelve uno de ellos. Y así se encuentra con la suegra de Pedro, la cual no solo recuera su salud, sino que restaura sus ganas de servir a otros. La práctica de la curación, de la sanación. De la lucha contra el mal es lo que marca la vida de Jesus.
Anunciar hoy el Reino de Dios, no es solo palabras, se debe unir la acción. Ser discípulo de Jesus es no solo hacer el bien, sino luchar contra el mal, denunciarlo, ser parte de la construcción de una sociedad que vive los valores del reino en medio de la realidad. Que Servir, que sanar y acompañar especialmente a los mas vulnerables de esta sociedad.