Les ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es el Mesías, el Señor
Reflexiones sobre las lecturas de la Natividad del Señor (Misa de la media noche) (25 de diciembre, 2019): Is 9,1-3.5-6; Salmo 96; Tito 2,11-15; Lc 2,1-14
MISSIO ofrece "Predicando Misión," como una ayuda de homilía, que proporciona conexiones a la misión a partir de las lecturas de los domingos, los Días festivos y los Días Santos.
El tiempo de navidad es también llamado el tiempo de la manifestación del Señor, empieza el 24 de diciembre y termina en la fiesta del bautismo del Señor. Este tiempo hace recordar y vivir de nuevo la venida histórica de Jesus hace más de dos milenios atrás, y también, fortalece nuestra esperanza en la parusía o segunda venida al final de los tiempos.
La liturgia de la natividad del Señor establece una serie de cuatro eucaristías para esta celebración: la misa de la vigilia, la misa de la media noche, la misa de la aurora y la misa del día. Para nuestra reflexión de hoy retomaremos las lecturas de la misa de la media noche, llamada también misa de gallo en muchos lugares.
En la primera lectura: ¡Asiria estaba invadiendo palestina! Justo en ese momento tan difícil para Israel, el profeta Isaías lanza un oráculo de esperanza: ¡Dios nunca abandona a su pueblo y lo volverá a reunir, mostrando así su poder y su gloria! La liturgia de esta noche, reconoce en este texto la profecía que describe al Mesías, el Dios con nosotros.
¿Cómo viven los que reciben la gracia de la salvación de Dios? La segunda lectura, presenta la fe de la primera iglesia: La vida cristiana, tiene como fuente la salvación que Jesus nos comunicó. La primera venida de Jesus prepara y anuncia la segunda y definitiva llegada, para la cual debemos estar preparados, llevando una vida como discípulos de Jesus.
El evangelio de Lucas con detalles propios sitúa el nacimiento de Jesus en la historia. También nos presenta la naturaleza humana de Jesus: “Le llego a Maria el tiempo de parto” Jesus, el Mesías, nacido vulnerable, sin privilegio alguno. Manifestando así que su poder viene de Dios. Los ángeles proclaman la gloria de Dios y lo alaban, dejando saber al mundo su misión: El trae la paz a quienes abren su vida a su Amor.
Celebremos hoy al niño Dios, permitámosle nacer en nuestra vida personal, de familia y comunidad. Que su nacimiento renueve en nosotros el don de la salvación.
“Este Jesus en brazos de Maria es nuestra redención; cielos y tierra con su brazo unía de paz y de perdón” (Himno del oficio de lectura propio del día)