Predicando Mision

Misa Crismal, 29 de marzo, 2018

Written by Equipo MISSIO | Mar 28, 2018 2:11:31 PM

 

“El Espíritu del Señor está sobre mí, porque él me ha ungido”

Reflexiones sobre las lecturas del Misa Crismal (29 de marzo 2018):Isaías 61, 1-3a. 6a. 8b-9;Sal 88, 21-22. 25 y 27; Apocalipsis 1, 5-8; San Lucas 4, 16-21

MISSIO ofrece "Predicando Misión," como una ayuda de homilía, que proporciona conexiones a la misión a partir de las lecturas de los domingos, los Días festivos y los Días Santos.

La misa Crismal, es la puerta de entrada al misterio del triduo pascual que celebramos en la semana santa. Las lecturas de esta celebración nos traen una reflexión sobre unción y vocación sacerdotal personal y comunitaria. Reflexión que retoma especial importancia en nuestro discipulado y misión en el mundo del siglo XXI.

La lectura del libro del Profeta Isaías y del evangelio de San Lucas entrelazan antiguo y nuevo testamento para darnos un sentido de la plenitud al escuchar a Jesus proclamando “El Espíritu del Señor esta sobre mí, porque él me a ungido” para llevar a delante el plan de Dios, de esta manera el mismo Jesus se convierte a través de su vida, Pasión, muerte y resurrección, en sacerdote por excelencia, víctima y ofrenda a la vez y junto con esta proclamación, la lectura del apocalipsis nos reafirma este rol de Jesus por excelencia, proclamando que “el es el alfa y la omega, el que es, el que era, y el que vienen, el todo poderoso.”

Hay que salir entonces a experimentar esta unción y vocación sacerdotal, su poder y eficacia redentoras a las periferias donde está la realidad, la vida, donde la necesidad de esta presencia es tan necesaria y eficaz. En esta celebración hay una especial para el sacerdote ordenado para que sea “un pastor con olor a oveja,” pero también, es una invitación para los religiosos, religiosas y los laicos, para que en esta semana santa reafirmemos nuestro discipulado donde solo vale la unción y no la función que hagamos en la Iglesia. Acción y Unción va de la mano ya que solo daremos fruto poniendo toda nuestra fe y fortaleza en Jesus de quien nos hemos fiado.