Yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo
Reflexiones sobre las lecturas de miércoles de ceniza (26 de febrero, 2020): Jl 2,12-18; Salmo 50 2Cor 5,20–6,2 Mt 6,1-6.16-18
MISSIO ofrece "Predicando Misión," como una ayuda de homilía, que proporciona conexiones a la misión a partir de las lecturas de los domingos, los Días festivos y los Días Santos.
Las lecturas de este miércoles de ceniza, día con el que se inaugura la cuaresma nos invitan a convertirnos de todo corazón, a reconciliarse con Dios en nombre de Jesus y hacer obras que fortalezcan nuestra conversión y también que pongan nuestra fe en acción.
"Convertíos a mí de todo corazón." El profeta Joel, en la primera lectura, invita al pueblo de Israel para que se arrepienta de corazón. Es un llamado a una conversión profunda, sincera, no superficial. Es una invitación para todos los discípulos misioneros. En este tiempo de cuaresma acerquémonos a Dios para pedir perdón por nuestros pecados pidiendo a Dios esa fuerza, porque solos no podemos, es Dios quien nos convierte.
El salmo 50 es la oración penitencial por excelencia de la cuaresma, esta debe ser la oración de todos los días, en especial en la cuaresma. Este salmo nos da la oportunidad de reflexionar en nuestro pecado, pero también darnos cuentas de la misericordia de Dios que sobre pasa nuestro pecado. Pablo en la segunda lectura de la 2 carta a los a los Corintios, no reconfirma que ahora es el tiempo favorable, ahora es día de salvación.
Finalmente es Jesus en el evangelio de Mateo, Quien nos habla sobre las acciones que nos deben llevar también al encuentro con Dios, con nosotros mismos y con los demás. Así la cuaresma nos da la oportunidad de retomar el camino de la conversión y sincronizar nuestros esfuerzos hacia estas tres dimensiones para reorientar, si es necesario nuestro proceso
La cuaresma es un tiempo de gracia, es tiempo oportuno para tomar la decisión de dejarse encontrar por Dios; la cuaresma es un tiempo de reflexión alrededor de la vida, pasión, muerte y resurrección de Jesus; hombre y Dios. La cuaresma debe llevarnos a la acción de revisar y renovar nuestro discipulado y nuestra misión con relación a Jesus y su mensaje.
Jesus abiertamente nos invita en esta cuaresma a no ser hipócritas y a no hacer las cosas solo para que la gente lo note. Nos invita al silencio interior, nos invita a la acción por los más pobres, nos invita a profundizar en la amistad con él.
Llega cuaresma y con ella el tiempo especial de salvación. ¡Aprovechémoslo! y vamos al encuentro con Dios, con nosotros mismos y con el prójimo. Que nuestro discipulado misionero se renueve y podamos salir a las periferias para llevar esta buena nueva de salvación en nosotros mismos, y hagamos presente el Reino del padre con nuestra palabras y acciones.
