Vayan y hagan discípulos
Reflexiones sobre las lecturas de La santísima trinidad - (30 de mayo 2021): Deuteronomio 4,32-34.39-40; Salmo 32; Romanos 8,14-17; Mateo 28:16-20
MISSIO ofrece "Predicando Misión," como una ayuda de homilía, que proporciona conexiones a la misión a partir de las lecturas de los domingos, los Días festivos y los Días Santos.
A través del pasaje del Deuteronomio podemos reconocer como Moisés presenta e invita a reflexionar en un Dios que es uno.
“Moisés habló al pueblo, diciendo: "Pregunta, pregunta a los tiempos antiguos, que te han precedido, desde el día en que Dios creó al hombre sobre la tierra: ¿hubo jamás, desde un extremo al otro del cielo, palabra tan grande como ésta?... Reconoce, pues, hoy y medita en tu corazón, que el Señor es el único Dios, allá arriba en el cielo, y aquí abajo en la tierra; no hay otro.” A través del pasaje del Deuteronomio podemos reconocer como Moisés presenta e invita a reflexionar en un Dios que es uno.
Un Dios que es Padre y que acompaña a su pueblo en una historia de liberación. Este Amor expresado en los hechos de “ir con el pueblo” hacia su libertad, se volverá en la utopía para Israel, luego para los cristianos y en fin para toda la humanidad. De aquí podemos afirmar que el Dios de Israel es el Dios de la historia.
“Hermanos: Los que se dejan llevar por el Espíritu de Dios, ésos son hijos de Dios.” En la carta a los Romanos, Pablo nos presenta en unos pocos versículos, la concepción del Espíritu de Dios, adelantándose por intuición a presentarnos a Dios como Espíritu que debemos vivir personal y comunitariamente, ya sabemos que la elaboración teológica de la trinidad fue posterior a él. Pero experiencia de un Dios trinitario ya venia sucediendo
"Se me ha dado pleno poder en el cielo y en la tierra. Id y haced discípulos de todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo; y enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado. Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo." El evangelio de Mateo nos presente un texto cumbre de la Palabra de Dios. Uno de los elementos importantes de este texto es la articulación trinitaria del mismo Jesus al enviar a la misión y junto con esto la promesa de que Dios en su presencia trinitaria estará siempre con nosotros.
Dios nuestro, Dios Trinidad, "la mejor comunidad", misterio eterno e insondable, renueva en nosotros la fe, la esperanza y el amor, que nos sintamos convocados a ser también comunidad, a amar y acompañarnos hacia la libertad, fortalecidos y en comunión contigo: Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén.