Los padres de Jesús lo encuentran en el templo
Reflexiones sobre las lecturas de la sagrada Familia (30 de diciembre, 2018): Eclo 3,2-6.12-14; Salmo 127; Col 3,12-21; Lc 2,41-52
MISSIO ofrece "Predicando Misión," como una ayuda de homilía, que proporciona conexiones a la misión a partir de las lecturas de los domingos, los Días festivos y los Días Santos.
Hoy después de asistir y celebrar el nacimiento de Jesus, somos participes de su vida familiar.
El proceso común de inserción de un niño comienza en su familia. Por lo tanto, esta fiesta de la Sagrada Familia nos debe hacer recordar la urgencia de fortalecer a la familia y su misión de acompañamiento a sus miembros en nuestras comunidades. Es por esa razón que las lecturas de hoy hacen referencia temas y consejos familiares.
En la primera y segunda lectura de la liturgia de hoy, como mencionábamos, nos encontramos con consejos para la familia y las parejas de parte de Ben Sirac, en el libro del eclesiástico, un hombre que vivió unos siglos antes de Jesus, y de parte de Pablo, en la carta a los colosenses. Ambos autores desde su contexto historico nos dan sus consejos que en su mayoría siguen vigentes hoy en día y alguno otros tendríamos que entenderlos desde ese contexto histórico e integrar su mensaje, articulándolos de manera diferente.
En la lectura del evangelio, Lucas nos presenta el texto de la pérdida del niño Jesus en el templo, texto que también es parte de la oración del rosario. En el texto vemos a la familia, encabezada por los padres de Jesus, cumpliendo con sus compromisos religiosos. En medio de esto, el niño se queda en el templo, sin conocimiento de sus padres, los cuales después de buscarlos por tres días, lo encuentra en el templo compartiendo con los doctores de la ley. El encuentro entre Jesus y sus padres, parece más un desencuentro, ellos como es de esperar con reproches y Jesus con respuestas que de seguro ellos no entendieron, ya que como padres se angustiaron, pero como personas de fe, simplemente creyeron. Lucas nos dice que Maria “guardaba estas cosas en su corazón”
La familia es la Iglesia doméstica, el primer lugar donde los niños aprenden valores y creencias. Es necesario que en esta se desarrollen relación de respeto entre todos sus miembros basadas en el amor, que es el mismo Dios. Para que fortalecida viva a profundidad lo humano y pueda este amor introducirse en el corazón de los desafíos que se viven hoy. Para que cada hombre y mujer sea fermento de transformación en nuestros comunidades.
