¡Mis ojos han visto al Salvador!
Reflexiones sobre las lecturas de La presentación del Señor - (2 de febrero 2021): Mal 3,1-4; Salmo 23; Heb 2,14-18; Lc 2,22-40
MISSIO ofrece "Predicando Misión," como una ayuda de homilía, que proporciona conexiones a la misión a partir de las lecturas de los domingos, los Días festivos y los Días Santos.
Nosotros como sus discípulos nos alegramos en este día lleno de luz y encuentro entre Dios y su pueblo.
La fiesta de la presentación del Señor marca el comienzo del segundo mes de febrero. Las lecturas de este día nos van a guiar en una reflexión sobre la misión de Jesus y por supuesto la misión que recibimos de su parte, como sus discípulos. "Mirad, yo envío a mi mensajero, para que prepare el camino ante mí.”
La presentación de Jesus niño en el templo de Jerusalén para cumplir con el rito de purificacion de la madre y el ofrecimiento del hijo primogénito está llena de detalles simbólicos; primero el templo, signo de la presencia de Dios y el pueblo. Un espacio preferencial para el encuentro entre Dios y su pueblo. Un lugar donde cada miembro de este pueblo es consciente de su ser comunitario y donde en adoración recibe gracias especiales.
Un segundo signo, es la ofrenda de Jesus y su familia: Tórtolas y pichones, lo cual nos deja saber que era una familia de escasos recursos. Y el tercer símbolo es la presencia de Simeón y Ana, ancianos del pueblo, que con su fe y sabiduría logran ver en ese niño, lo humano y lo divino. Logran ver al ungido, al enviado de Dios para liberar al pueblo oprimido.
Otra dimensión especial de esta celebración es que Jesus es presentado como luz que alumbra a las naciones, el mesías liberador. El que trae la buena nueva de salvación. Nosotros como sus discípulos nos alegramos en este día lleno de luz y encuentro entre Dios y su pueblo. El papa Francisco nos recuerda en su exhortación apostólica La alegría del Evangelio que el que se encuentra con Jesus, llena su corazón y vida entera de la alegría de ese evangelio. Evangelio del cual Jesus es mensajero y mensaje a la vez. Con Jesucristo, nos dice el papa Francisco, “siempre nace y renace la alegría.” (AE#1)
Retomemos esta alegría hoy en medio de esta pandemia y sus consecuencias y, renovemos nuestro encuentro personal con Jesus. Que nadie se sienta excluido del plan de amor de Dios a través de Jesus. Que el Espíritu quien renueva nuestra vocación a la vida, nos fortalezca siempre y camine con nosotros, que sus dones vengan en nuestro apoyo y juntos con el salmista proclamemos con nuestra voz y acciones: “El Señor, Dios de los ejércitos. Él es el Rey de la gloria.”