Todos ellos perseveraban en la oración en un mismo espíritu
Reflexiones sobre las lecturas de la bienaventurada virgen Maria, Madre de la Iglesia (1 de junio, 2020): Gen 3, 9-15. 20 o Hechos 1, 12-14; Salmo 87; Juan 19, 25-34
MISSIO ofrece "Predicando Misión," como una ayuda de homilía, que proporciona conexiones a la misión a partir de las lecturas de los domingos, los Días festivos y los Días Santos.
María nos modela hoy en el evangelio, su carácter tenaz.
La Bienaventurada Virgen María, es “Madre de la Iglesia” título que le fue dado por el papa Pablo VI en el Concilio Vaticano II, el Papa Francisco estableció la celebración de su memoria el 11 de febrero de 2018, quedando así establecida litúrgicamente para el lunes siguiente de Pentecostés.
La primera lectura de Hechos de los Apóstoles nos relata que los discípulos estaban congregados junto con algunas mujeres y nos señala específicamente la presencia de María, madre de Jesús y nos dice: todos juntos permanecían en oración en un mismo espíritu. El Salmo le canta a Sion, ciudad de Dios, de donde proviene todo su pueblo. Finalmente, el evangelio según San Juan describe la dolorosa pasión de Jesús camino a la cruz, y a la Virgen María, su madre, siempre a su lado
Al celebrar hoy la presencia materna de María, debemos pedir para que en todos nosotros se incrementen todos aquellos valores que tienen que ver con el cuidado de la vida de una manera integral, cuidar de la vida significa, nutrir la familia con alimento material y espiritual, significa atender al enfermo, servir al desvalido, es cuidar de la naturaleza, es relacionarse y hablar con ternura a todas las personas, es imitar a María, en su fidelidad, disponibilidad y amor incondicional a su hijo. Maria, quien por elección de Dios y su oportuno “si” es ahora también nuestra madre, que nos ama sin condición e intercede por nosotros.
Por último, María nos modela hoy en el evangelio, su carácter tenaz, su firmeza ante las crisis, su fidelidad a su Hijo hasta la cruz, sufriendo su dolor, y no le importó la persecución, al contrario, su confianza siempre estuvo puesta en Dios, supo poner su vida en sus manos.
Que la Virgen María, Hija de Sion, interceda ante Jesucristo por todos nosotros. Que como hijos podamos acudir a ella e imitar todas sus cualidades, sobre todo ante los acontecimientos inesperados, como los que vivimos hoy en medio de esta pandemia del COVID-19. “Santa Maria Madre de Dios y Madre nuestra, ruega por nosotros.”
