¡No nos quedemos al margen de esa marcha de la esperanza viva!
Reflexiones sobre las lecturas de la ascensión del Señor (24 de mayo, 2020): Hechos 1,1-11; Salmo 46; Efesios 1,17-23; Mateo 28,16-20
MISSIO ofrece "Predicando Misión," como una ayuda de homilía, que proporciona conexiones a la misión a partir de las lecturas de los domingos, los Días festivos y los Días Santos.
Hoy con la ascensión del Señor, se cumple, también, un ciclo vital en la historia de salvación.
Hoy celebramos la Ascensión del Señor. Hoy al recordar este momento de despedida entre los discípulos y Jesus, celebramos la unión del cielo y la tierra, hoy también renovamos la esperanza cristiana al recordar la promesa de Jesus de quedarse siempre con nosotros.
Hoy con regocijo afirmamos nuestra fe y nuestra vocación de servicio a la que Jesus nos llamó en el Amor del Padre y en la presencia poderosa del Espíritu Santo. Hoy pedimos a Jesus que nos envié ese Espíritu para que nos fortalezca y guie en este caminar, especialmente en los momentos difíciles que vivimos en el mundo a consecuencia de la pandemia del COVID-19.
Hoy con la ascensión del Señor, se cumple, también, un ciclo vital en la historia de salvación: El mismo Jesus histórico, o sea el que estuvo presente físicamente en el mundo por treinta y tres años junto al Jesus resucitado, quien en con su vida, muerte y resurrección nos ofreció la salvación, es glorificado para siempre, a la derecha del Padre, que es de donde vino.
Hoy celebramos el triunfo de la vida sobre la muerte, del amor sobre el odio, la unidad sobre la división, la solidaridad sobre la indiferencia. Hoy es el día de la renovación de nuestra esperanza cristiana. Hoy es el día de encontrar y meditar en las razones más profundas de nuestro discipulado misionero.
También, nuestra tarea hoy es creerle a Él, creer que es verdad que nos ama, que vive, que es capaz de intervenir misteriosamente, que no nos abandona. Que saca bien del mal con su poder y con su infinita creatividad. Porque la resurrección y glorificación de Jesus no han sido en vano. ¡No nos quedemos al margen de esa marcha de la esperanza viva! (Papa Francisco EG#278)
Que hoy en la celebración de la ascensión de Jesus al cielo, podamos darnos cuenta de que en la persona de Jesus El señor, se integran el Jesus histórico con el Jesus resucitado y el Jesus glorificado. Etapas de una misma persona que sigue presente hoy y aquí. Su resurrección y glorificación no es algo del pasado. Hoy nosotros somos herederos de esta fuerza de salvación.