Concebirás y darás a luz un hijo
Reflexiones sobre las lecturas de la La anunciación del Señor. Solemnidad - (25 de marzo 2021): Is 7,10-14; 8,10; Salmo 39; Heb 10,4-10; Lc 1,26-38
MISSIO ofrece "Predicando Misión," como una ayuda de homilía, que proporciona conexiones a la misión a partir de las lecturas de los domingos, los Días festivos y los Días Santos.
Maria, frente a la presencia del ángel y su propuesta de parte de Dios dijo: ¡Si! "He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra."
Llegado el tiempo Dios se dirige a una joven mujer del pueblo, desconocida para la sociedad y las instituciones, con ella comenzara una nueva historia, un nuevo testamento. Maria recibe el anuncio del ángel, quien la visita en nombre de Dios y con ella, La humanidad también recibe este mensaje.
Dios rompe con las reglas de ese momento y elige comunicarse con una mujer, en Maria nuevamente, Dios muestra su opción por los pobres y marginados para hacerse presente en el mundo, para llevar la buena nueva a todos, pero de una manera especial a este grupo, al cual llama para que sean instrumento de esperanza y justicia, no solo para ellos sino, a través de ellos dándoles la posibilidad de ser sus discípulos.
“He contado tu fidelidad y tu salvación, Señor tú lo sabes.” La anunciación del Señor es La fiesta litúrgica que nos recuerda de que Dios es un Dios que cumple su palabra. Ya Dios a través de los profetas en el antiguo testamento había dicho repetidas veces a su pueblo, que él sería un Dios cercano y único. Hoy en el profeta Isaías, encontramos un buen ejemplo, la llegada del “Dios con nosotros” es la máxima señal que Dios nos dará de su presencia y fidelidad al plan por el mismo planteado. Un plan que poco a poco se va revelando en la historia de salvación.
Maria, frente a la presencia del ángel y su propuesta de parte de Dios dijo: ¡Si! "He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra." Así Maria nos muestra que escucha y se fía de Dios y esa confianza la hace contestar libre y obediente frente a unas palabras que le propone una situación que apenas puede entender, pues, “¿Como será madre, si no conoce varón?” Por eso Maria se convertirá en la mujer del SI: Símbolo de fe y acción.
Maria se convierte en nada y nada menos que La Madre de Dios y en el prototipo de una nueva mujer, una nueva humanidad que, basada en la intervención de Dios, por su Amor por nosotros, retoma en su vida sus palabras y las vuelve acción, hechos de vida. Jesus “el Dios con nosotros” no nos pide solo palabra, sino que espera hechos, San Pablo nos dice que en Dios nos movemos, vivimos y somos.
Que la solemnidad de la Anunciación nos da la oportunidad, en esta cuaresma, de reflexionar sobre esta realidad: ¿Cómo estamos asumiendo y haciendo realidad el plan de Dios hoy?