El cáliz de la bendición es comunión con la sangre de Cristo
Reflexiones sobre de jueves santo (9 de abril, 2020): Ex 12,1-8.11-1; Salmo 115; 1Cor 11,23-26; Jn 13,1-15
MISSIO ofrece "Predicando Misión," como una ayuda de homilía, que proporciona conexiones a la misión a partir de las lecturas de los domingos, los Días festivos y los Días Santos.
“Hagan esto en memoria mía.” Llegamos al inicio del triduo pascual, que es a la misma vez, el centro de toda nuestra liturgia. Jesus se reúne con sus discípulos a celebrar la pascua judía. La cual es una fiesta de liberación para los judíos. Las lecturas de la cena del Señor nos presentarán los momentos históricos y teológicos de esta celebración. Jesus se encargará de dejarnos hechos y palabras para reflexionar sobre nuestra fe y nuestro discipulado misionero en estos momentos tan difíciles que vivimos.
El capítulo 9 del libro de números nos indica que tan importante y significativa es la celebración de la pascua para el pueblo judío. Este capítulo 9 nos da detalles de una fiesta familiar donde se inmola y se ofrece un cordero. La Haggada o hagada (conjunto de escritos tradicionales judíos) es la guía de esta celebración en sentido de la memoria de los hechos de la liberación de la esclavitud de Egipto.
Comer la carne del cordero, beber el vino, compartir el pan sin levadura junto a las hierbas amargas acompañados por bendiciones y proclamaciones es un ritual para recordar a cada judío la miseria de vivir en Egipto, la urgencia de salir del mismo y la intervención poderosa de Dios en la liberación del pueblo. En la pascua judía se vive un espíritu de memoria histórica que trae alegría y confianza, las cuales reafirma y renuevan la esperanza del pueblo judío, especialmente en momentos difíciles.
En medio de esta celebración y en ese espíritu de liberación Jesus hablo de su muerte conectándola con el Reino de Dios, reafirmando con plena confianza el seguimiento de un Plan de Dios con el ser humano
“Hagan esto en memoria mía,” nos dice Jesus hoy a su Iglesia, para que en estos momentos mantengamos la esperanza y podamos pasar ese mensaje a otros. La cena pascual cristiana: La eucaristía, fue inicialmente judía. Cada uno de nosotros hoy somos protagonistas-celebrantes de la cena del Señor. Hoy Jesus nos invita a compartir su cuerpo y su sangre y junto a él, renovar la urgencia del amor fraterno y el servicio como base de nuestro discipulado. Que Jesus Eucaristía nos fortalezca y nos de esperanza para ser con creatividad y audacia una Iglesia que acompaña.