"Éste es mi Hijo amado; escuchadlo"
Reflexiones sobre las lecturas de II Domingo de Cuaresma (25 de febrero 2018): GN 22:1-2, 9A, 10-13, 15-18; PS 116:10, 15, 16-17, 18-19; ROM 8:31B-34; MK 9:2-10
MISSIO ofrece "Predicando Misión," como una ayuda de homilía, que proporciona conexiones a la misión a partir de las lecturas de los domingos, los Días festivos y los Días Santos.
El texto del evangelio de Marcos para este segundo domingo de cuaresma nos presenta “la transfiguración” de Jesus, Un relato lleno de símbolos y significado bíblico. Marcos, un judío que conoció a Jesus a través de Pedro, pretende con el relato de la transfiguración y su evangelio, responder a dos preguntas fundamentales: ¿Quién es Jesus? y ¿en qué consiste ser discípulo de Jesus?
La transfiguración nos presenta un Jesus mesiánico que nos revela el proyecto de Dios totalmente diferente a los proyectos humanos. Nos presenta el tiempo de Dios que irrumpe en el tiempo humano, dándonos la oportunidad del encuentro de lo humano con lo divino, un tiempo de tiendas o chozas, que nos invita a recordar nuestra esclavitud, nuestro éxodo, pero también nuestra liberación; un tiempo de alianza trinitaria, de presencia y cuidado de Dios en el camino, un tiempo de salvación para ver y dialogar con Dios “cara a cara” y tomar la decisión de realizar lo revelado por Dios.
Que sea pues el relato de la transfiguración en nuestra jornada cuaresmal como discípulos/as, al igual que cuando fue escrito, no solo un relato para que sepamos que sucedió o nos maravillemos de la escena, sino para que nos comunique la verdad profunda sobre de Jesus y que esta verdad alimente nuestra fe, nuestro discipulado y la misión, haciendo brotar una acción evangelizadora siempre nueva.