Predicando Mision

Fiesta de nuestra Señora de Guadalupe - 12 de diciembre, 2019

Written by Equipo MISSIO | Dec 9, 2019 8:51:37 PM

Dichosa tú, que has creído, porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá

Reflexiones sobre las lecturas de la fiesta de nuestra Señora de Guadalupe (12 de diciembre, 2019): Zac 2,14-17; Salmo 95; Lc 1,39-45 

MISSIO ofrece "Predicando Misión," como una ayuda de homilía, que proporciona conexiones a la misión a partir de las lecturas de los domingos, los Días festivos y los Días Santos.

Es la fiesta de la madre del Señor Jesus: La santísima virgen Maria en la advocación de nuestra señora de Guadalupe. Nombrada primeramente por el Papa Pio X como patrona de Latinoamérica, después el Papa Pio XI la llamo patrona de todo el continente americano. Posteriormente Pio XII la llamo “la emperatriz de américa.” Finalmente, el Papa Juan XXIII la proclama como la misionera celeste del nuevo mundo y madre de las américas. Fue el Papa San Juan Pablo II que confirmo su patronazgo en el continente americano, el cual ha sido refirmado por los Papas Benedicto XVI Y Francisco.   

"¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre! Este día junto a las palabras pronunciadas por Santa Isabel, en el evangelio de Lucas, de la liturgia de hoy, queremos saludarla y reconocer que Maria es el icono del discípulo misionero. Es la mujer de fe que da esperanza, una fe y una esperanza que se mete en la historia humana y la transforma dándole vida y sentido nuevamente.

Así Maria, quien visito a su prima Sta. Isabel para llevarle la buena nueva de salvación. Quiso en el Tepeyac, visitar a San Juan Diego Cuauhtlatoatzin, indígena de la etnia de los chichimecas. (Canonizado por el Papa Juan Pablo II en Mexico, el 31 de julio de 2002) y ser la evangelizadora del nuevo continente. En esta historia vemos a Maria de Guadalupe con un corazón maternal y misionero lleno de la alegría del evangelio, con un gran deseo de compartir esa alegría, que es su propio hijo, Jesus el Salvador.

Que, en este adviento, tiempo de preparación y de esperanza, podamos ver en Maria de Guadalupe un ejemplo de discípula misionera, quien se encarnó en la realidad indígena del continente americano, para desde ahí permitir que la vida y la fe germinaran. Entendiendo como dice el papa Francisco que hay un estilo mariano en la actividad evangelizadora de la Iglesia. Pues cada vez que volvemos a creer en lo revolucionario de la ternura y el cariño, nos damos cuenta la humildad y la ternura no son virtudes de los débiles, sino de los fuertes. A la vez que entendemos que la integración de la fe y la cultura es el camino misionero a seguir.   

¡Que Viva la Virgen de Guadalupe! ¡Que viva San Juan Diego!