Nos eligió en la persona de Cristo
Reflexiones sobre las lecturas de la Fiesta de la Inmaculada concepción (8 de diciembre, 2018): Gén 3,9-15.20; Salmo 97; Ef 1,3-6.11-12; Lc 1,26-38
MISSIO ofrece "Predicando Misión," como una ayuda de homilía, que proporciona conexiones a la misión a partir de las lecturas de los domingos, los Días festivos y los Días Santos.
"Aquí está la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra."
Esta fue la respuesta de Maria frente al anuncio por parte del ángel Gabriel, de que sería madre. ¿Como aprender de Maria hoy? ¿Cómo vivir el anuncio de la llegada del Mesías a nuestra vida? Maria la mujer, la hija, la esposa, la madre y la amiga se nos une en el camino de preparación de adviento y con su inmaculada concepción se hace presente no solo en la liturgia sino, en muchas tradiciones de la piedad popular, como procesiones, oraciones y cantos especiales.
La liturgia de este día nos presenta primero, en el libro de Genesis del antiguo testamento, un pasaje que incluye lo que es conocido como el protoevangelio (Gen 3, 15) llamado así porque como primer anuncio de la llegada del Mesías, forma parte de la historia de salvación que va preparando la llegada del salvador en plenitud en el nuevo testamento.
Segundo, el evangelio de Lucas, nos presenta La anunciación. Texto que lleva a la plenitud el protoevangelio del Genesis y que está orientado a fundamentar la fe y la reflexión cristológica de la comunidad después de la resurrección de este. Pero cabe señalar que también, son admirables los detalles que nos da esta cita en relación a la conversación entre Maria y el ángel Gabriel. Estos detalles nos muestran el don pleno que hace Dios a la persona de Maria, la Mujer “llena de gracia.”
La figura de Maria es clave en la historia de salvación, como no puede ser de otra manera. Entre todos los personajes que participan en el nacimiento de Jesus, el Mesías prometido no cabe duda de que Maria es determinante. Ella puede ser el ejemplo ideal para acompañarnos a prepararnos a recibir a Jesus como se lo merece el y también nosotros.
Unamos pues al Papa Francisco en esta celebración de la inmaculada concepción, para pedirle a Maria que interceda para que todos nosotros como comunidad eclesial podamos pausar y vivir en intimidad este adviento, para dejar que Jesus nazca y renueve “nuestra fatiga del corazón” y salgamos con alegría a llevar a todos el mensaje de salvación.
