Miraban a la serpiente de bronce y quedaban curados
Reflexiones sobre las lecturas de la Fiesta de la exaltación de la cruz - (14 de septiembre 2022): Núm 21,4-9; Salmo 77; Flp 2,6-11; Jn 3,13-17
MISSIO ofrece "Predicando Misión," como una ayuda de homilía, que proporciona conexiones a la misión a partir de las lecturas de los domingos, los Días festivos y los Días Santos.
Al celebrar la fiesta de exaltación de la cruz, podemos caer en la tentación de celebrar solo la muerte de Jesus y quedarnos estancados en el dolor y sufrimiento...
La cruz es el signo mundial del cristianismo, como lo es la media luna para el islam o la estrella de David para el judaísmo. En la religiosidad popular la cruz, es reconocida con tanto valor, como el del mismo Cristo que fue crucificado en ella. La experiencia de fe del pueblo cristiano también ha asociado y puesto en paralelo, en la cruz; el dolor, tanto el de Cristo sufriente, azotado y crucificado; con el dolor universal: personal, comunitario y el de la naturaleza.
“La señal de la cruz” es una formula trinitaria, que identifica a la comunidad católica y es utilizada para muchas actividades, tanto, litúrgicas, como pastorales y también de la vida cotidiana como la de bendecir las comidas, las reuniones comunitarias, de amigos y familiares, etc. La cruz ha sido también la señal utilizada para bendecirnos en momentos especiales o de mucho riesgo /o temor.
Hoy se celebra en muchos países, la fiesta de exaltación de la cruz, la liturgia de la palabra nos ofrece 4 lecturas para cuando esta fiesta cae en domingo. Si la misma se celebra en otro día de la semana, como es el caso de este año, la liturgia nos pide elegir entre la lectura del libro de los números y la de la carta Filipenses y hacer leer 3 lecturas. Incluimos hoy todas las lecturas, pues ellas nos ofrecen elementos importantes para la fiesta y la reflexión de hoy.
Al celebrar la fiesta de exaltación de la cruz, podemos caer en la tentación de celebrar solo la muerte de Jesus y quedarnos estancados en el dolor y sufrimiento, no podemos aislar ese hecho, sin referirnos, al misterio pascual de Jesus, pues cometeríamos un error al resaltar el dolor por el dolor. Al celebrar la exaltación de la cruz, debemos celebrar y exaltar el amor de Dios por nosotros, quien envío a su hijo, Jesucristo para nuestra salvación.
Hoy es el día para exaltar el misterio pascual de Jesus alrededor del signo de la cruz: Su vida, su muerte en la cruz y su resurrección. Hoy también es el día para que renovemos nuestro si a Jesus, como sus discípulos y llevemos a las periferias de nuestra existencia la buena nueva. Que hoy como la serpiente de cobre en el desierto, resalte nuestra presencia como signo de sanación y bendición en medio de nuestras familias y comunidades.