Moisés oró hasta la puesta del sol
Reflexiones sobre las lecturas del Domingo Mundial de las Misiones (20 de octubre, 2019): Éxodo 17,8-13; Salmo 120; 2 Timoteo 3,14-4,2; Lucas 18,1-8
MISSIO ofrece "Predicando Misión," como una ayuda de homilía, que proporciona conexiones a la misión a partir de las lecturas de los domingos, los Días festivos y los Días Santos.
El cristiano, consciente de la compañía de Dios en su camino hacia la justicia y la fraternidad, no debe desfallecer, sino insistir en la oración, pidiendo fuerza para perseverar hasta implantar su reinado en un mundo donde dominan otros señores. Sólo la oración lo mantendrá en la esperanza.
Hoy Jesus en el evangelio de Lucas, nos presenta la parábola que podemos llamar “de la viuda y el juez injusto que hizo justicia” Valga la pena mencionar que esta parábola, solo está en este evangelio. Por medio de la viuda, Jesus nos ofrece varios mensajes para reflexionar hoy.
En la época de Jesus, las viudas eran de las personas mas vulnerables y marginadas de la sociedad. Pues no podían poseer bienes y carecían de un esposo que velara por ellas. Algo que en una sociedad patriarcal era fuente de desdicha.
Si la viuda tiene una fe firme para seguir insistiendo y alcanzo justicia, una justicia a la que tenía derecho, a pesar de su condición de marginación y de tener un juez injusto. Muchas más razones debemos tener los discípulos misioneros, para estar seguros de la justicia divina. Mantener la fe nutrida por la oración, es esencial para todo aquel que sigue a Jesus.
Dios es el Dios de la justicia. Él quiere que se sacie el hambre de los pobres, que se haga justicia a los oprimidos, que recobren la libertad los injustamente están privados de ella y que los que trabajan por la paz puedan logren sus objetivos y tengan vida en abundancia.
Dios quiere que las personas en general sean felices y quiere que en todas las sociedades nos comportemos como sus hijos y vivíamos en paz con justicia. Evangelizar es hacer presente en el mundo el Reino de Dios. Los discípulos misioneros debemos de ser los testigos que confiesan a un Padre que ama infinitamente a cada ser humano y que la base de la su justicia se encuentra, precisamente, en este amor. La acción evangelizadora es colaboradora de la acción liberadora del Espíritu. Vayamos entonces hoy domingo XXIX del tiempo ordinario a seguir orando y actuando seguros que él está con nosotros.
En este Domingo Mundial de las Misiones en el Mes Misionero Extraordinario, recordamos que nosotros también somos “bautizados y enviados” para continuar la misión de nuestro Señor. Nuestras oraciones y sacrificios en este domingo se unen a los que se ofrecen en iglesias y capillas de todo el mundo, apoyando a aquellos que “proclaman la palabra” y sirven a los pobres de manera persistente, a menudo en circunstancias difíciles y peligrosas.