“Conocéis lo que Sucedió en el País de los Judíos…”
Reflexiones sobre las lecturas del Domingo de Resurrección (01 de abril 2018):Hch 10, 34a.37-43; Salmo 117; Col 3,1-4; Jn 20,1-9
MISSIO ofrece "Predicando Misión," como una ayuda de homilía, que proporciona conexiones a la misión a partir de las lecturas de los domingos, los Días festivos y los Días Santos.
La acción transformadora de la resurrección de Jesus, es el centro de la pascua y de nuestra fe. Hoy damos inicio a la esta celebración tan importante. Las lecturas de este domingo de resurrección nos dan la oportunidad de meditar en esta fuerza arrolladora del Espíritu Santo que da vida y renueva todo.
En la lectura de los Hechos de los apóstoles, escuchamos el testimonio de Pedro, quien, fortalecido después de pentecostés, da testimonio y proclama uno de los discursos donde resumen la historia de salvación y de cómo todo se cumplió en Jesus, hijo y enviado de Dios. Pedro Anuncia la vida, muerte y resurrección de Jesus como el camino a la salvación para judíos y no judíos. “El testimonio de los profetas es unánime: que los que creen en él reciben, por su nombre, el perdón de los pecados."
En el evangelio de Juan vemos interactuando a Maria Magdalena junto con Pedro y “el otro” discípulo alrededor del sepulcro donde había colocado el cuerpo sin vida de Jesus, Juan, a diferencia del relato en el evangelio de Lucas, nos presenta a Maria Magdalena que no entra al sepulcro, sino que se regresa para ir en búsqueda de Pedro y “el otro” discípulo. Los tres en diferentes sus momentos vieron el sepulcro vacío, “las vendas en el suelo y el sudario con que le habían cubierto la cabeza, no por el suelo con las vendas, sino enrollado en un sitio aparte.” Entonces al ver esto, creyeron que Jesus había resucitado. “pues hasta entonces no habían entendido las escrituras”
Finalmente, el salmo 117 nos recuerda que “Este es el día en que actuó el Señor” y nos invita a que la pascua “Sea nuestra alegría y nuestro gozo”
Que la resurrección de Jesus, traiga vida a nuestras vidas y comunidades y podamos renovar nuestro discipulado y misión con la acción trasformadora de Espíritu Santo.