Celebremos la Pascua, no con levadura vieja, sino con los panes ázimos de la sinceridad y la verdad
Reflexiones sobre las lecturas del domingo de pascua (21 de abril, 2019): Hechos 10,34a.37-43; Salmo 117; Colosenses 3,1-4; Juan 20,1-9
MISSIO ofrece "Predicando Misión," como una ayuda de homilía, que proporciona conexiones a la misión a partir de las lecturas de los domingos, los Días festivos y los Días Santos.
“Entonces entró también el otro discípulo, vio y creyó.” Llegamos al domingo de la resurrección del Señor: El primer domingo de Pascua, celebración que unida a la vigilia pascual del sábado pasado, nos da la oportunidad de reflexionar en esta etapa culmen del triduo pascual: Jesus muerto y resucitado es la piedra angular de nuestra fe.
La liturgia de este día nos ofrece en la primera lectura, un texto de los Hechos de los apóstoles donde Pedro realiza uno de sus primeros discursos donde nos muestra la fuerza y la fe de los primeros discípulos quienes después de pentecostés, entienden mejor, se fortalecen y se lanzan a la misión. Pedro, aprovecha la oportunidad para anunciar la buena nueva de Jesus recién crucificado y, resume la historia de salvación e integra a la misma, las promesas de Dios cumplidas en Jesucristo.
Dejando claro que la muerte y la resurrección de Jesus son el camino de acceso para cada hombre y mujer; judíos o no, a la gran familia surgida de la fe en Jesus Dios y hombre enviado por el Padre. Esta nueva familia o comunidad es el efecto primordial de la resurrección de Jesus.
En el evangelio, Juan nos trae el pasaje bíblico donde María Magdalena va la sepulcro de madrugada. Juan es muy intencional al usar que ella fue “aun cuando todavía esta oscuro” tratando de presentar el contraste entre realidades mas profundas, como: la luz y las tinieblas, el mundo y el espíritu, la verdad y la mentira, etc. María va a oscuras pues, aun no a sido testiga de la resurrección. Al ver la piedra corrida en el sepulcro, no entra a diferencia del mismo relato que nos comparte Lucas, en su evangelio. Ella se regresa en búsqueda de Pedro y el otro discípulo.
Ellos al entrar en la tumba solo encontraron las vendas y el sudario, el cuerpo de Jesus había desaparecido. Viendo esto creyeron e inmediatamente salieron a comunicar esta buena nueva al resto de los discípulos. La resurrección de Jesus a partir de ese momento ha sido fuente de apertura y clarificación para sus discípulos, esta les hizo entender todo lo que ya habían experimentado con Jesus, dándole un significado mas claro a los hechos y a las palabras de este antes de su muerte.