Los ciegos ven, los muertos resucitan y la buena noticia, es anunciada a los pobres, Aleluya
Reflexiones sobre las lecturas del Domingo 3ro de adviento - (12 de diciembre 2021): Sof 3,14-18a; Interlec. Is 12; Fil 4,4-7; Lc 3,10-18
MISSIO ofrece "Predicando Misión," como una ayuda de homilía, que proporciona conexiones a la misión a partir de las lecturas de los domingos, los Días festivos y los Días Santos.
Hoy es el domingo Gaudete, que significa domingo de la alegría.
“Este es el día, este es el día que hizo el Señor: Dia de alegría y de gozo” Cada domingo, como día del Señor es la celebración de la eucaristía, Tiempo y lugar donde la comunidad se reúne para escuchar la Palabra y compartir su cuerpo y su sangre; es el día de alegría y de encuentro. Pero hoy es un día especial dentro del adviento, hoy es el domingo Gaudete, que significa domingo de la alegría. Las lecturas de la liturgia de hoy nos llevaran por ciertos pasajes bíblicos que nos dan razones para estar alegres.
Primero, la lectura del antiguo testamento en el libro de Sofonías, el profeta habla de la hija de Sion, para referirse a la ciudad de Jerusalén. Restaurar esta ciudad, capital política y centro religioso era uno de los deseos más profundos del pueblo judío. A través de Sofonías, Dios anuncia que ira purificando esta ciudad y con ella por supuesto a su pueblo. Por eso el profeta proclama: “Regocíjate, hija de Sión, grita de júbilo, Israel; alégrate y gózate de todo corazón, Jerusalén.”
La segunda lectura nos llega de la carta a los Filipenses, Pablo escribe a la comunidad de Filipo, posiblemente desde su prisión en Éfeso y les exhorta a estar siempre alegres. Llama la atención que, en esta carta tan corta, Pablo prisionero, utiliza las palabras, alegría, gozo y ánimo, diecisiete veces, pero nos damos cuenta al profundizar que, al hacerlo, confirma que la Esperanza de un discípulo como Pablo, radica en la felicidad que da vivir por, con y en Cristo.
El evangelio de Lucas nos presenta el resultado de una predicación fuerte y demandante que a la vez genera entusiasmo y expectativas: La predicación de Juan Bautista. De esta predicación surgen ganas de preguntar como hago el cambio que tu propones para recibir lo que tu prometes ¿Que hago yo para seguir a Jesus? Juan, no quiere confusiones entre sus oyentes, así que deja claro que el habla de parte de Dios y que hay uno que viene después de él, al que no merezca desatarle la correa de sus sandalias: ¡Ese es Jesus el Señor! Que está por llegar.
Aclamemos jubilosos la cercanía de la llegada de Jesus y digamos junto a Isaías: "Qué grande es en medio de ti el Santo de Israel." Y preguntémonos: ¿Qué podemos hacer nosotros para realizar el cambio que Jesus nos pide y recibir la promesa que él también nos ofrece? Para que así todos juntos proclamemos: ¡Venga tu Reino Señor!