El Señor confía con sus fieles y les da a conocer su alianza
Reflexiones sobre las lecturas del Domingo 1ro tiempo de adviento (2 de diciembre, 2018): Jer 33,14-16; Salmo 24; 1Tes 3,12–4,2; Lc 21,25-28.34-36
MISSIO ofrece "Predicando Misión," como una ayuda de homilía, que proporciona conexiones a la misión a partir de las lecturas de los domingos, los Días festivos y los Días Santos.
Llegamos al nuevo año litúrgico, el año C, dejamos atrás el año B y nos adentramos en el tiempo de adviento. El primer domingo de este tiempo, nos sirve de puente para cruzar desde el tiempo ordinario y la fiesta de Cristo Rey, que nos ayudó a reflexionar sobre la segunda venida de Cristo y el final de los tiempos; para llegar y adentrarnos en este tiempo de espera y preparación; ¡tiempo que renovara nuestra esperanza!
La lectura del profeta Jeremías se ubica en un momento de crisis del pueblo de Israel: Jerusalén acaba de ser destruida y ellos deportados (año 587 a.C.) En medio de esta situación de desolación y desconsuelo, el pueblo comienza a tomar consciencia. Jeremías, levanta su voz profética, para decirles que Dios no los ha abandonado, que los volverá a reunir y los perdonara. Dios hará brotar un rey justo, diferente a los reyes que lo llevaron a estar en su situación actual. Un rey que restaura a Israel.
Las dos lecturas del nuevo testamento nos aseguran que ese rey del que habla Jeremías y el antiguo testamento es Jesus, es por eso por lo que Pablo en su carta a los tesalonicenses, los motiva a mantenerse fiel a Jesus y a prepararse a la segunda venida de Cristo. El evangelio de Lucas presenta a Jesus hablando de la Parusía, o su segunda venida en un tono apocalíptico, que como ya hemos planteado en reflexiones anteriores, es una manera de presentar el mensaje de que Dios siempre está presente y en control, a pesar de que se sienta, se vea y/ o piense lo contrario. El termino apocalipsis, no significa catástrofe, sino revelación. Jesus está revelando en este texto que hay que estar alertas, cerca del señor y mantener la esperanza.
Este primer domingo pues, nos está invitando “a la conversión y a estar alertas” dóciles al espíritu en medio de nuestra realidad, cualquiera que esta sea. El adviento es eso tiempo de preparación, tiempo de escucha y espera activa. Jesus es el Señor, en él se cumplen las promesas del antiguo testamento y para nosotros también las del nuevo testamento. Hoy comenzamos nuestro camino de preparación para la llegada de Dios a este mundo. Preparémonos para que Jesus nazca en nuestros corazones, y así pueda nacer en nuestros hogares, comunidades eclesiales y en nuestra sociedad. Que nuestro discipulado misionero sea signo de este este tiempo de adviento: ¡Preparación, escucha y espera activa!
