Predicando Mision

Cuerpo y sangre de Cristo - 23 de junio, 2019

Written by Equipo MISSIO | Jun 17, 2019 7:25:25 PM

 

Denles ustedes de comer

Reflexiones sobre las lecturas de Cuerpo y Sangre de Cristo (23 de junio, 2019): Génesis 14,18-20; Salmo 109; 1 Corintios 11,23-26; Lucas 9,11b-17 

MISSIO ofrece "Predicando Misión," como una ayuda de homilía, que proporciona conexiones a la misión a partir de las lecturas de los domingos, los Días festivos y los Días Santos.

Hoy en la solemnidad de la celebración del cuerpo y sangre de Cristo, Lucas, nos presenta, el texto conocido como la multiplicación de los cinco panes y los dos peces: "Denles ustedes de comer." Les dice Jesus a sus discípulos frente a la propuesta de estos de despedir a la gente, pues era tarde y no había comida ni alojamiento donde ellos estaban.

Este dialogo entre Jesus y sus discípulos, en la ciudad de Betsadia, pone en evidencia dos perspectivas diferentes frente a la realidad. Por un lado, los discípulos proponen una solución “realista” a realidades materiales de la gente: Que cada uno se preocupe por sí mismo. Y, por otro lado, la perspectiva de Jesus, que representa la iniciativa del amor, la gratuidad total y la prueba irrefutable de que el anuncio del Reino del Padre incluye la solidaridad y el compromiso comunitario por la justicia social.

La respuesta de Jesus: “Denles ustedes de comer” es una manera de destacar y afirmar la misión de los discípulos, los de esa tarde en Betsadia y de nosotros hoy: Estamos llamados a buscar juntos soluciones que procuren lo básico e indispensable. El alimento del cuerpo y del alma. Parte de esta búsqueda de opciones en la misión, incluye “ir a la gente” a pedirles que se agrupen para dejar de ser masa “que se sienten en grupos de a cincuenta” y poder así organizar lo que venga. También incluye ser consciente de la realidad y limitaciones “No tenemos más que cinco panes y dos peces” y comunicárselas a Jesus, ponérselas en sus manos y confiar que Dios actúa y nos ayuda también a actuar. 

En Betsadia, después de que los discípulos acomodaron a la gente, Jesús “tomó los cinco panes y los dos peces, levantó los ojos al cielo, pronunció la bendición, los partió y se los iba dando a los discípulos para los distribuyeran entre la gente, comieron todos hasta saciarse y con lo que sobro se recogieron doce canastas.”

Esta multiplicación de los panes y los peces prefigura la Eucaristía, Que Pablo se encarga de explicarnos en la lectura de la primera Carta a los Corintios hoy. Todos estamos invitados al banquete de Jesus, para que alimentados con su cuerpo y de su sangre podamos ser protagonistas, discípulos misioneros solidarios que llevan la buena nueva que da esperanza a todos, en especial a los que más lo necesitan. Participemos del alimento espiritual de su cuerpo y de su sangre; para que todos tengamos vida en abundancia.