Predicando Mision

Cuarto domingo de adviento - 20 de diciembre, 2020

Written by Equipo MISSIO | Dec 15, 2020 9:16:58 PM

El Señor está cerca vengan, adorémoslo 

Reflexiones sobre las lecturas del Cuarto domingo de adviento (20 de diciembre, 2020): 2 Samuel 7,1-5.8b-12.14a.16; Salmo 88; Romanos 16,25-27; Lucas 1,26-38

MISSIO ofrece "Predicando Misión," como una ayuda de homilía, que proporciona conexiones a la misión a partir de las lecturas de los domingos, los Días festivos y los Días Santos.

En el evangelio de Lucas nos reencontramos nuevamente con Maria y Jose como protagonistas de este momento en la historia de salvación. 

Llegamos al cuarto domingo de adviento. ¡Jesus esta por nacer! ¡adviento y navidad en tiempos de pandemia! alegría e incertidumbre en la vida. Hoy Maria y Jose deciden aceptar el llamado de Dios y “jugarse el todo por el todo.” Por su plan. 

En la primera lectura de la segunda carta de Samuel, Dios le habla al profeta Natán, a quien el rey David le acaba de expresar el deseo de construirle una casa a Dios. Por medio del profeta, Dios recuerda a David y su pueblo; que es el, quien ha protegido y caminado siempre con ellos. Es Dios quien le ofrece un lugar en la historia y un futuro que radica en un reino que no tendrá fin, donde el Salvador enviado por Dios será el Rey.  

En la segunda lectura de la carta a los Romanos, Pablo concluye esta epístola, expresando su gratitud a Dios por Jesucristo y su salvación. Ya que este se ha acercado a nosotros y con ello nos ha revelado quien es Dios y que su plan de salvación llega más allá del pueblo judío.  

En el evangelio de Lucas nos reencontramos nuevamente con Maria y Jose como protagonistas de este momento en la historia de salvación. Estos personajes, dos jóvenes: una mujer y un hombre juegan un rol sumamente importante en la encarnación de Dios y por la tanto en su plan de salvación.   

Fijémonos como suceden estos acontecimientos: Primero, Maria, la joven mujer, esta prometida a Jose, de la casa de David, a quien Dios le había prometido que el Mesías nacería de su descendencia. Segundo, Jesus se encarna en Maria por obra del Espíritu Santo. De esa manera Jesus es hijo de Dios e hijo de mujer. Por último, la disposición de Maria y Jose permite que la realización del plan de Dios siga adelante: Jesus nace en una familia para dar salvación.  

Alegría e incertidumbre son los sentimientos que tanto Jose, Maria y nosotros vivimos al llegar al término del adviento: Alegría de saber que el plan de Dios se cumple de manera especial en Navidad. Incertidumbre al vivir en medio de una pandemia que nos reta y donde Dios nos llama a una acción misionera concreta como discípulos de Cristo. 

Dejemos que sean Maria y Jose los que nos guíen con sus “sis” en esta realidad al entrar en el milagro de la navidad. Momento en que Dios se hace humano y entra en nuestra realidad: Que el nacimiento de Jesus nos de la fortaleza de la fe, de la esperanza y del amor para darnos que nosotros somos protagonistas en el presente del mañana que esperamos.