“Los Amo Hasta el Extremo.”
Reflexiones sobre las lecturas de Cena del Señor (29 de marzo 2018):Ex 12,1-8.11-14; Salmo 115; 1Cor 11,23-26; Jn 13,1-15
MISSIO ofrece "Predicando Misión," como una ayuda de homilía, que proporciona conexiones a la misión a partir de las lecturas de los domingos, los Días festivos y los Días Santos.
En la semana santa, se nos brinda a los cristianos, la oportunidad de sumergirnos en los acontecimientos centrales de la acción de Dios por la humanidad: El triduo pascual.
Hoy jueves, día de la cena del Señor, seremos testigos del encuentro del antiguo y nuevo testamento; el encuentro con la pascua judía como preludio de la nueva alianza. Seremos también participes del testimonio de Pablo al escribir a los Corintios y compartirles como la eucaristía es el legado de esta nueva alianza, sellada con la sangre de Jesus. Finalmente, el evangelio del apóstol Juan, nos detallan los hechos de Jesus y sus discípulos al celebrar esta pascua judía, donde a través de acciones y palabras, Jesus nos deja su propuesta personal y comunitaria de amor, servicio y entrega.
El jueves santo, es el primer día del triduo pascual, celebración solemne y grandiosa enmarcada en el contexto de la proximidad de la pasión y muerte de Jesus, el señor. Este es el día cumbre de la despedida y del amor extremo hecho servicio generoso.
Este día es rico en aportes y bendiciones, veamos los principales:
La institución de la Eucaristía: la cual expresa y constituye el sacramento del amor, Jesus parte el pan y el vino, y dicen: “hagan esto en memoria mía” celebrar la Eucaristía, la fracción del pan, es más que “ir u oír misa” ya cada vez que comemos de este pan, anunciaremos la muerte de Jesus hasta que venga.
La institución del sacerdocio: Jesus, nos deja entre sus discípulos y apóstoles, un ministerio ordenando de servicio a la comunidad cristiana, que reproduce y da continuidad a su presencia en medio del mundo.
El día del Amor fraterno: Hoy es el día de la proclamación del Amor, una proclamación hecha no con palabras, sino, con un signo practico, que todos pueden ver, el servicio, amar es servir. Ama quien sirve. Jesus ha dado el ejemplo, el “los amo hasta el extremo” hasta la muerte.
Que este jueves santo, día de la cena del Señor, pueda nutrir nuestra espiritualidad misionera, con la bendición del encuentro orante con la palabra, la vivencia de los sacramentos y la adoración eucarística. Que estas vivencias estas sigan llevándonos a crecer en el amor fraterno que encarna nuevamente la presencia de Jesus en cada uno de sus discípulos.