La vida es una misión
Reflexiones sobre las lecturas de la Santa Teresita (del Lisieux) del niño Jesus (1 de octubre, 2018): Job 1,6-22; Salmo 16; Lc 9,46-50
MISSIO ofrece "Predicando Misión," como una ayuda de homilía, que proporciona conexiones a la misión a partir de las lecturas de los domingos, los Días festivos y los Días Santos.
Comenzamos el mes de octubre, mes de las misiones con la celebración a Santa Teresa de Lisieux, carmelita; conocida mejor como Santa Teresita del niño Jesus; quien nació en Alecon, Francia el 2 de enero de 1879 y murió en 1897.
Fue canonizada por el Papa Pio XI en 1925 nombrándola, junto a San Francisco Javier. Como patrona universal de las misiones. Proclamada doctora de la Iglesia el 19 de octubre de 1997 por el Papa San Juan Pablo II. El lema de su vida religiosa fue “Amar a Jesus y hacerle amar”
Durante el mes de octubre se intensifica la animación misionera de la comunidad de discípulos por medio de la oración y la acción. Todos los miembros de la Iglesia, llenos del impulso del Espíritu Santo y consagrados en diferentes maneras por el bautismo estamos llamados a participar de esta misión de la Iglesia.
La encíclica Redemptoris Missio nos recuerda que la misión renueva a la Iglesia, refuerza la fe y la identidad cristiana, da un nuevo entusiasmo y nuevas motivaciones. Nos dice: ¡la fe se fortalece dándola! Entonces esta esta fe que renueva la vida y la misión que fortalece la fe, son parte vital para el discípulo que vive una Iglesia en salida.
El papa Francisco en su mensaje para jornada mundial de las misiones de este año 2018, invita a los jóvenes a reflexionar con el resto de la Iglesia en la misión que Jesus nos ha confiado. El también hace eco de la encíclica Redemptoris Missio diciéndonos que cada uno de nosotros somos una misión y para eso estamos en el mundo; el papa afirma que no hay nadie mejor que los jóvenes para percibir cómo la vida sorprende y atrae. Vivir con alegría la propia responsabilidad ante el mundo es un gran desafío, así que invita a los jóvenes a no temer miedo de Cristo y su Iglesia, asegurándoles que ahí se encuentra el tesoro que llena de alegría la vida.
Que este mes donde intensificamos la animación misionera, podamos renovar nuestra vida y nuestra comunidad con la propuesta cristiana que nunca envejece y podamos ser protagonistas de una conversión pastoral, que nos permita como nos pide también, el papa Francisco, pasar de una pastoral de mera conservación a una pastoral decididamente misionera.
Octubre es el Mes de la Misión.
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