Cuando soy débil, entonces soy fuerte
Reflexiones sobre las lecturas del 14 domingo del tiempo ordinario (8 de julio, 2018): Ez 2,2-5; Salmo 122; 2Cor 12,7b-10; Mc 6,1-6
MISSIO ofrece "Predicando Misión," como una ayuda de homilía, que proporciona conexiones a la misión a partir de las lecturas de los domingos, los Días festivos y los Días Santos.
El Bautismo, nos hace participes de la misión profética de Jesus, Quien proclamo el Reino de su Padre con el testimonio y el poder de la palabra.
Esto quiere decir que, por medio del bautismo, Dios nos elige como Profetas de las naciones. ¡Esta es una gran noticia!y hoy a través del profeta Ezequiel, de Pablo y del mismo Jesus, reflexionaremos sobre este tema.
El profeta Ezequiel nos deja claro que la misión de profeta viene por elección de Dios y es el Espíritu Santo quien lo elige y fortalece para esta misión, su única preocupación debe ser escuchar el llamado, ir a la misión y asegurarse de hablar en nombre de Dios, el resto lo hace el mismo Dios, “Te hagan caso o no te hagan caso, sabrán que hubo un profeta en medio de ellos."
Pablo nos da una lección profunda de crecimiento y madurez como profeta, al afirma que, al ser elegido y preparado para este rol, el profeta debe ser consciente de sus propias limitaciones, de sus “propias espinas en la carne” y saber descubrir a través de la oración y la acción, la voz de Dios que le dice: "Te basta mi gracia; la fuerza se realiza en la debilidad." Pablo nos presenta la clara necesidad de una espiritualidad que renueve al misionero, para así, renovar la misión sabiendo que solo Dios basta y, que cuando este es consciente de su debilidad, entonces se es fuerte en Dios que lo eligió.
Finalmente es Marcos, quien nos cuenta como Jesus no es recibido como profeta por su propio pueblo y familia en Nazaret. Lo que Jesus dice y hace no tiene coherencia con lo que ellos conocen de él. Aceptar ser profeta es saber que la vida y la novedad de Dios van más allá de lo conocido, pero no un más allá lejano, sino un más allá para la realidad de hoy, que causar extrañeza, rechazo y hasta persecución.
