Misión en la Escritura

XXVII domingo tiempo ordinario - 4 de octubre, 2020

Written by Equipo MISSIO | Sep 29, 2020 6:51:05 PM

El Dios de la paz estará con ustedes         

Reflexiones sobre las lecturas del XXVII domingo del tiempo ordinario (4 de octubre, 2020): Is 5,1-7; Salmo 79; Flp 4,6-9; Mt 21,33-43

MISSIO ofrece "Misión en la Escritura" para alimentar un corazón misionero, proporcionando reflexiones sobre los temas misioneros en las lecturas de los domingos, fiestas y días festivos.

Respetemos la creación, no seamos instrumentos de destrucción, respetemos a todos los seres humanos... 

Llegamos hoy al XXVII domingo del tiempo ordinario. Las lecturas de la liturgia de la palabra hoy nos hablan de la viña como figura del Reino de Dios, y de los viñadores (nosotros) y el dueño de la viña (Dios) en este contexto este 4 de octubre, traemos también la memoria de San Francisco de Asís, el discípulo misionero, uno de los viñadores que transformo la Iglesia por su manera de evangelizar. ¿Qué nos dice hoy San Francisco de Asís?  

La primera cosa que San Francisco no dice hoy es que ser cristianos, ser discípulos de Jesus, es tener una relación viva con él, es revestirse de él. Es reconocer a Jesus como nuestro salvador. El hijo del dueño de viña.  

La segunda cosa que San Francisco nos dice hoy es que, quien es discípulo de Cristo, recibe la verdadera paz, esa paz que el mundo no puede dar.  La Paz franciscana, no viene de una especie de armonía del cosmos, como a veces se mal interpreta. La paz de San Francisco es la de Cristo. Y la encuentra el que sigue a Jesus y su mensaje; y se convierte en un puente de esa verdad para que otros lleguen al conocimiento de ella.  

La tercera cosa que San Francisco nos dice hoy es sobre el amor por toda la creación. es sobre el respeto a su propia armonía. San Francisco nos da testimonio de estos dos elementos fundamentales como resultados de su relación con Dios, el dueño de la viña. Desde ahí hace un llamado a la humanidad, que como co-credora con Dios, tiene el regalo y la responsabilidad de ser protectores de todo.  

Respetemos la creación, no seamos instrumentos de destrucción, respetemos a todos los seres humanos, que el amor supere al odio, el perdón a la ofensa y la unión a la discordia. Pidamos a San francisco que nos ayude a convertir nuestra parte de la viña, en un mundo de armonía, paz y respeto por toda la creación. Que él nos ayude a ser “instrumento de la paz” de esa paz que tiene su fuente en Dios. La paz que nos ha traído Jesus.