Tengan los sentimientos de Jesús
Reflexiones sobre las lecturas del XXVI domingo del tiempo ordinario (27 de septiembre, 2020): Ezequiel 18,15-28; Salmo 24; Filipenses 2,1-11; Mateo 21,28-32
MISSIO ofrece "Misión en la Escritura" para alimentar un corazón misionero, proporcionando reflexiones sobre los temas misioneros en las lecturas de los domingos, fiestas y días festivos.
La elección es clara y dura: Estar en el templo y ser líder religioso no asegura la salvación.
Hay personas que prometen y no cumplen, otros que no responden a tiempo y después lo hacen: ¿A quiénes te pareces tu? Este domingo XXVI del tiempo ordinario el evangelio de Mateo nos presenta a Jesus, quien se encuentra en Jerusalén, donde acaba de enfrentarse a los que hacían del templo un negocio, y está respondiendo a los sacerdotes y ancianos sobre sus acciones y enseñanzas.
Primero les cuenta una historia, una parábola y les hace preguntas sobre la vida cotidiana: Decir si a nuestros padres o familiares y después no cumplir, como también decirles no y terminar haciendo lo que se pidió, es muy común en las familias.
Después Jesus, escala su mensaje profético, el cual desafía a los ahí presentes. No se trata solamente de decir si a Dios. Hay que aceptar la salvación que actitud de arrepentimiento y acciones misericordiosas que nos llevan a expresar un amor incondicional que cambia todo.
¿Sera una esto una Utopía? ¿Sera una situación inalcanzable? Juan bautista ya lo había dicho, pero no le creyeron. De ahí que personas que se consideran fuera de toda salvación como los cobradores de impuestos y las prostitutas, al estar más abiertos, prestos al mensaje y aceptar la salvación tienen precedencia en el reino de Dios
La elección es clara y dura: Estar en el templo y ser líder religioso no asegura la salvación. Es más, se corre el riesgo de sentir una falsa seguridad y olvidarse que la práctica religiosa tiene que estar constantemente en la vida y en las actitudes con los demás, especialmente con los que más lo necesitan. La fe y la vida van de la mano. Los discípulos misioneros no podemos olvidar este mensaje de Jesus.
Cuando todos los aspectos de nuestra vida coinciden, cuando se refuerzan unos a otros y se dinamizan mutuamente alrededor del evangelio y nuestro discipulado nos ayuda a seguir fortaleciendo nuestra vocación personal. Es entonces cuando este ideal de conversión y servicio nos enruta hacia la meta y nos da fuerza y energía para seguir la vida y dar mucho fruto
Que tu SI sea SI y tu no sea no y, aun cuando parezca un NO tengas un buen discernimiento posterior y al final sea un SI más fuerte y más claro para gloria de Dios y salvación personal.