Proclama la palabra siempre
Reflexiones sobre las lecturas del XXIX tiempo ordinario - (16 de octubre 2022): Éxodo 17,8-13; Salmo 120; 2 Timoteo 3,14-4,2; Lucas 18,1-8
MISSIO ofrece "Misión en la Escritura" para alimentar un corazón misionero, proporcionando reflexiones sobre los temas misioneros en las lecturas de los domingos, fiestas y días festivos.
Muchas veces en medio de tanta injusticia, de tanto sufrimiento, resulta cada vez más difícil orar, entrar en dialogo con Dios, con ese Dios que Jesus llama “Padre”...
La Palabra de Dios y la oración son los temas que la liturgia de hoy nos ayuda a reflexionar. En el antiguo testamento, el libro del Éxodo nos presenta claramente como la intercesión de Moisés es eficaz, no solo en para vencer en la pelea “Mientras Moisés tenía en alto la mano, vencía Israel.” Si no, también en la llamada y el envío a la misión. “Hizo Josué lo que le decía Moisés, y atacó a Amalec; mientras Moisés, Aarón y Jur subían a la cima del monte.” La comunidad, su participacion y liderazgo es importante para llevar a cabo la misión.
En la segunda carta a Timoteo, Pablo recomienda a su discípulo, ser constante, le invita permanecer en lo que ha aprendido en la Palabra de Dios. Le recuerda algo fundamental: Que el encuentro del discípulo misionero con Dios se profundiza a través de la escritura y que esta “es útil para enseñar, reprender, corregir y educar.” San Pablo le recuerda a Timoteo y nosotros hoy, que el discípulo misionero debe proclamar esta Palabra, insistiendo a tiempo y a destiempo, reprendiendo, exhortando con paciencia y con la finalidad de instruir en el camino, que esta nos muestra.
Finalmente, el evangelio de Lucas nos presenta a Jesus proponiendo la parábola de la viuda y el juez, para, como dice el mismo texto, “inculcarles la necesidad de orar siempre sin desanimarse.” Pues los discípulos misioneros deben ser constantes en la oración, como la viuda lo fue hasta que se le hizo justicia. Su constancia, llevo al juez a la acción.
La parábola de este texto tiene un final feliz. Aunque a veces en la vida no sucede así. Muchas veces en medio de tanta injusticia, de tanto sufrimiento, resulta cada vez más difícil orar, entrar en dialogo con Dios, con ese Dios que Jesus llama “Padre” para pedirle que “venga a nosotros su Reino” La invitación de Jesus hoy es a ser constantes en la oración y la acción. Es recodar que si ese juez de la parábola, juez injusto, decidió hacer justicia, por la insistencia de la viuda. Cuanto mas “Dios Padre” siempre estará con nosotros para hacer justicia.
La invitación es hoy a orar y al orar comprometernos a santificar su nombre y a ser instrumentos de su voluntad. Al orar entablamos un dialogo con Dios. hablar con él, es un dialogo que, incluye escucharlo. Que nuestra oración se intensifique hoy y podamos experimentar así su santidad y justicia. Para también ser signos de estas en el mundo. Para darnos cuenta de que la oración y la vida se enriquecen mutuamente.